La vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti, consideró “difícil” imaginarse cómo será la convivencia con Cristina Kirchner en el Senado, pues todo indica que la expresidenta estará en esa Cámara a partir de diciembre, y consideró que eso dependerá “mucho de lo que el otro haga”.

“Si depende de mí, yo voy a tener una relación absolutamente normal y tranquila (con Cristina), como tengo con todo el mundo, pero el tema es qué pasa con ella porque cambia mucho la relación con cómo te trata el otro y cómo se pone el otro en la relación”.

En ese sentido dijo esperar que la exmandataria “sea una persona que trate de interactuar razonablemente”.

Respecto de la Cristina “abuenada” de esta campaña electoral, se imagina que en al Senado llegará “con el tono de expresidenta”. En ese sentido señaló que “es lo que más vi, pero tal vez tenemos otro tono”.

Admitió que en el futuro Congreso el poder “va a seguir repartido”, y a partir de ello rechazó el argumento kirchnerista de que el Gobierno de Cambiemos implementará políticas de ajuste. “Todas las políticas con las que ellos asustan, requieren de su voto, con lo cual es imposible que hagamos lo que ellos dicen”, aclaró.

Negó que esté planeado una reducción de ministerios, pero sí expresó que se buscará “achicar el costo de la política” para hacer más eficiente al Estado. En ese sentido recordó que “el año pasado ahorramos 1100 millones de pesos”.

Entrevistada en La Nación +, la vicepresidente sostuvo que “hasta que no se reactive más el trabajo no hay racionalidad en echar gente, pero me parece que en el momento en que haya más dinamismo en la economía hay que ver cómo se hace al Estado más eficiente, porque el Estado hoy no está a la altura de lo que se requiere para darle respuesta a la gente”.

Negó que el presidente Mauricio Macri no sea “pro industria” y sostuvo por el contrario que “el presidente viene de la industria, si hay alguien sabe lo que significa la industria argentina es él”.

Cuestionó a su antecesor, Amado Boudou, por el estado en que encontró el despacho de la vicepresidencia. “Estaba todo pintado de blanco”, señaló y comentó que, según le contaron habría sido idea de la novia de Amado Boudou, quien habría dicho que “para que circule la energía acá tenía que estar todo más clarito, más blanco”, cosa que consideró “un disparate”.

Respecto de la situación de Milagro Sala, dijo estar de acuerdo con lo que la Justicia decida y remarcó que “la Justicia de Jujuy tiene que mirar hasta el último detalle y hasta el último punto y coma de la documentación que hay para definir si tiene que estar o no en el domicilio”.

“Tenemos que acostumbrarnos a que los gobiernos no opinen sobre lo que pasa en el Poder Judicial”, enfatizó.

Por último descartó que el papa Francisco, con el que se reunió a fines del año pasado, piense que “somos un gobierno neoliberal”.