Convocados por la senadora nacional Sigrid Kunath (PJ – FpV) expusieron ante la Comisión de Seguridad Interior y Narcotráfico, que preside la entrerriana, Raquel Asensio, coordinadora de la Comisión sobre Temáticas de Género y secretaria letrada de la Defensoría General de la Nación, y José Ignacio Candioti, fiscal general ante el Tribunal Oral Federal de la ciudad de Paraná.

“Nuestra idea con esta jornada, que continuará en los próximos encuentros de la comisión, es poner en discusión la problemática de las mulas, y pensar si estas mujeres son verdaderamente actores en cuanto a responsabilidad penal del delito de narcotráfico, o si sufren por una determinada situación de vulnerabilidad o de explotación”, explicó Kunath. En ese sentido, aclaró: “Hablar de mulas no significa que nosotros estemos de acuerdo con esta denominación. Lamentablemente es la situación que viven en general las mujeres que forman parte de la cadena de narcotráfico para el traslado de sustancias”.

“En esta oportunidad convocamos a la doctora Raquel Asensio, de la Defensoría General de la Nación, quien nos ha aportado una mirada sumamente interesante, con datos concisos y que tienen que ver con la criminalización de determinadas situaciones que son propias de la realidad de mujeres que están detenidas por la Ley de Narcotráfico, pero también refiriéndose a lo que sucede efectivamente cuando es aplicada esta pena de privación de la libertad en estos casos, apuntando a cómo repercute en estas mujeres y sus hijos”, contó la legisladora.

Agregó la senadora entrerriana que también escucharon la exposición de José Ignacio Candioti que “nos aportó una mirada diferente, pero concretando los insumos que nosotros pretendemos tener de los actores directos de esta temática para poder trabajar desde la comisión”.

Raquel Asensio destacó la iniciativa de Kunath de que este tema sea abordado en el Congreso, al decir que “consideramos fundamental dar este debate en el Senado porque la ley de drogas tuvo un impacto por la cuestión de género y esto se ha visto a nivel internacional y local y hay muchos estudios que muestran cuál ha sido este impacto: la enorme mayoría de mujeres que están detenidas están presas por delitos de drogas y nosotros consideramos que muchas de esas mujeres cuando se dedican al transporte no deberían ser criminalizadas porque han sido víctimas de redes de trata o de situaciones de coacción o de aprovechamiento”.

“Algunos de los aspectos que señalamos es que esta guerra contra las drogas dio como resultado más cárcel para mujeres pero que ocupan los eslabones más débiles y que no ha sido útil para atacar a las grandes estructuras del narcotráfico y en cambio ha dejado una situación de gran exposición y vulnerabilidad a las personas que están más expuestas al poder punitivo”, precisó la secretaria letrada de la Defensoría General de la Nación.

Agregó Asensio que “lo que proponemos es que la experiencia de todos estos años pueda ser tomada en cuenta para repensar la Ley de Estupefacientes. Planteamos que las escalas penales son excesivas y que deberían diferenciar distintos roles. Planteamos que en muchos de estos casos, especialmente en los casos conocidos como mulas, estamos frente a víctimas, no frente a delincuentes, con lo cual no debería ser pasible de ser sancionadas cuando se acreditan estos supuestos”.

Por otra parte señaló que “dar este debate también implica adelantar en cuanto a incluir un enfoque de género. Históricamente se pretendía que el derecho era neutral, universal, objetivo, pero lo que vienen demostrando los estudios feministas es que el derecho pretendía ser neutral, universal y objetivo pero en realidad consideraban sólo las experiencias de los varones. Lo que nos parece muy valioso de este debate que se inicia, es que es la oportunidad de escuchar y de reconocer y recoger cuáles son las vivencias de las mujeres y de ese modo poder dar una respuesta normativa que también tome en cuenta estas necesidades”.

El doctor Candioti consideró que es “muy importante abrir la discusión. Desde mi punto de vista habría que hacer dos tipos de análisis. Uno, si tenemos en cuenta el bien jurídico protegido por la figura de la trata de personas que es la dignidad de las personas y la libertad, podríamos decir que aquellas personas que son usadas como mujeres descartables para llevar estupefacientes en su cuerpo con riesgo de vida, inclusive, realmente estarían siendo vulneradas su libertad y su dignidad”.

“Ahora bien, si analizamos también uno de los requisitos que da el legislador que es que las personas víctimas de trata sean llevadas por los traficantes a actuar con la finalidad de explotación, en este caso laboral, ahí realmente tengo mis dudas acerca de si la finalidad de explotación laboral está presente teniendo en cuenta cómo la jurisprudencia construye la acreditación de esa finalidad de explotación recurriendo a indicadores y si esos indicadores están presentes o no; lo que no significa que en esos casos haya que castigar a la persona porque el derecho da otras posibilidades”, continuó.

Y agregó: “Con respecto a las víctimas de trata lo que hay que trabajar más, es tratar de lograr su reinserción social, tratar de lograr que obtenga un trabajo, que a raíz de ese trabajo pueda volver a no caer en las redes de trata, darle la posibilidad de que pueda acceder a la educación”.

“Se ha avanzado tanto porque existen programas a nivel nacional como provincial de rescate y asistencia a las víctimas pero también, como desafío, esos programas deben abordar a la víctima no sólo desde el momento en que se la rescata sino también en su acompañamiento -añadió el fiscal general paranaense-. Además debemos afectar el núcleo económico del delito, tratar de lograr el decomiso de los bienes”.

Por último se refirió al abordaje de género planteado por Asensio, al decir que “comparto lo que decía la doctora acerca de la realidad de las mulas encarceladas; resultaría mejor que estén encarcelados los verdaderos traficantes, los que verdaderamente organizan”.