La legisladora nacional Alma Sapag presentó un proyecto para revalorizar esta tradicional práctica neuquina, de arreo de animales en busca de las mejores pasturas.
La diputada nacional Alma “Chani” Sapag planteó declarar el 30 de noviembre de cada año como “Día Nacional de la Trashumancia”.
A través de un proyecto de ley la legisladora por el Movimiento Popular Neuquino define la “trashumancia” como una práctica ancestral relacionada con la actividad ganadera que constituye una forma productiva particular del clima mediterráneo frío, que en el país registra su máxima expresión, en la provincia de Neuquén.
Llevada adelante por los crianceros, la trashumancia, consiste en el traslado de animales -arreos- en verano a los campos altos de la cordillera (veranada), y en invierno a los bajos de los valles (invernada), en busca de las mejoras pasturas para alimentar al ganado, configurando un sistema productivo de carne y fibras (mohair y lana) pero también otros productos como cueros, animales de refugo y cashemere.
“En mi provincia la trashumancia, entre la meseta árida y semiárida, y la cordillera de los Andes, abarca aproximadamente 2.000 productores que con sus familias constituyen más del noventa por ciento de la población rural del área de los departamentos cordilleranos de Minas, Norquín, Chos Malal, Loncopué, Picunches y Aluminé, y los departamentos de meseta, Añelo, Catan Lil, Pehuenches y Zapala”, expresó al respecto Sapag.
La legisladora explicó que, para los neuquinos se trata de una actividad productiva “de gran importancia” que comprende el traslado -entre veranada e invernada- de más de 1 millón de cabezas de ganado al año, de los cuales el 80% son caprinos, el 12 % ovinos y el resto bovinos y yeguarizos.
El proyecto destaca el carácter de política pública de la trashumancia en Neuquén, y en este sentido “Chani” Sapag señaló: “Nuestro gobierno provincial ha jerarquizado la actividad a través de distintas leyes provinciales que concluyen en la Ley 3.016, que garantiza el derecho de familias trashumantes a transitar por las huellas de arreo durante los períodos de invernada y veranada. Esta normativa revaloriza a la trashumancia como práctica productiva y cultural, la vincula al desarrollo turístico, y difunde los fundamentos de su realización”.
“Aunque desconocida por muchos y valorada por pocos -acota Sapag- la trashumancia ha sido el eje cultural, social y económico de gran parte de la provincia de Neuquén por cientos de años. Como neuquina, orgullosa de mis tradiciones, estoy convencida de que debemos trabajar para que esta forma de vida se revalorice, por eso este proyecto se propone homenajear y reconocer una de las tradiciones más loables y ancestrales de la zona cordillerana de nuestro país”.