Antes de votar el proyecto de regularización dominial, el jefe del bloque oficialista enumeró la serie de proyectos aprobados mayoritariamente y reseñó: “Ha sido un día de emociones”.
Al cierre del debate de la ley de regulación dominial, uno de los autores del texto original, el presidente del bloque radical, Mario Negri, valoró el “día productivo” que tuvo la Cámara de Diputados, en el que “hemos generado derechos”.
“Ha sido un día de emociones”, remarcó, aunque admitió que “nos hemos tomado también algunos recreos para hacernos algunos fouls”.
El legislador cordobés destacó la norma votada inicialmente, vinculada a la donación de órganos. “Con eso arrancamos; hemos dado certezas y esperanzas a muchos que están vivos, y los que están cerca de la muerte. Lo hicimos de la mano de un ángel, por eso sea ley se llama Justina”, señaló.
Agregó Negri que “también hemos convertido en ley la reparación económica para hijos de víctimas de violencia de género”. Cuantificó que “son aproximadamente tres mil que han perdido el padre o la madre como víctimas de femicidios. Eso también tiene el nombre de alguien que vivió y se llama Brisa, y creo que nos debe llenar de orgullo y también de responsabilidad”, apuntó.
Mario Negri citó también la media sanción dada a una ley vinculada al Banco de Alimentos. Lamentó los “chisporroteos y prejuicios pacatos; creemos que cuando gobernamos nosotros no hay hambre, y cuando gobiernan los otros hay hambre, pero tenemos que estar en penitencia hasta que volvamos nosotros. Por eso lamento que no hayamos acompañado todos este proyecto”.
Y por último citó el régimen de regularización dominial que estaba por ser votado. Señaló que “el valor más importante que tiene es haber transitado dos años de relevamiento, sin choques, sin ideologizar el trabajo del Estado y las organizaciones sociales. Reconociendo que como en otros países de la región, comenzar un camino de recuperación dominial para quienes habitan ese pedazo de tierra son caminos que duran años”.
Tras aclarar que se sabe que tampoco es un plan nacional de vivienda, sino el reconocimiento de más de 4000 asentamientos que incluyen casi 800 mil familias. “El mismo número da pánico”, admitió.
“Emprender este camino que requiere una intervención desde el Estado hacia el privado, en terrenos que más del 70% son privados y solo un 6 o 7% son de los municipios, liderados por el Estado nacional, no es un desafío para medirlo al Gobierno, sino para medirnos entre todos si somos capaces de avanzar no solo en la legislación, sino en las decisiones institucionales”, comentó en otro pasaje en el que destacó que “es imposible imaginar que nosotros saldremos de este problema si la velocidad del municipio, la provincia y la Nación no va en simultáneo”.
“Porque no todo es color de rosa: habrá juicios, habrá expropiaciones inversas. No se debe perder el valioso capital de una decisión colectiva”, sugirió. Por eso, agregó, “hemos propuesto este proyecto que no tiene dueños, no tiene autores; tiene trabajadores que lo construyeron, que hilvanaron hasta el último sueño del que está esperando su titulo como sentido de pertenencia que lo contenga familiar y socialmente”.
Para concluir, Negri aclaró que “no vamos a entrar en ninguna réplica que nos va a hacer degradar el valor de la sesión más importante que hemos tenido este año, porque en la Cámara de Diputados hoy se respondió a la vida por decisión de la muerte, y vamos a responder a la pobreza si actuamos con grandeza”.
