Sin dudas el proyecto de despenalización y legalización del aborto fue el gran tema del año en el Congreso de la Nación. Dos jornadas históricas se produjeron en junio pasado cuando la iniciativa tuvo media sanción en Diputados, y también en agosto cuando fue rechazada por el Senado. Y el reclamo sigue hoy instalado.

Por eso, rápida fue la reacción de diputados que bregaron por la ley de interrupción voluntaria del embarazo al conocerse que en la Legislatura de Tucumán impulsan un proyecto para prohibir los abortos incluso en casos de violación.

Oriunda de esa provincia, Teresita Villavicencio (Evolución) manifestó que ese distrito “está por encima de la media nacional en cuanto a embarazo no intencional adolescente”. “Me sorprende que legisladores de Cambiemos en Tucumán firmen este proyecto medieval”, enfatizó.

Y agregó que “#ESImportante que en #Tucumán la dirigencia conozca los contenidos de Educación Sexual y los principios elementales del derecho. No podemos seguir siendo noticia por estos papelones”.

En tanto su par Martín Lousteau expresó a través de su Twitter: “En Tucumán los legisladores quieren prohibir el derecho de las víctimas de violación a abortar. Es ilegal porque el Código Penal lo permite desde 1921 y el Fallo FAL lo avala. Es tortura obligar a una persona a continuar con un embarazo producto de una violación”.

Otra de las voces fue la de Lucila De Ponti (Movimiento Evita), quien publicó que “en Tucumán quieren negarle a las mujeres un derecho que existe desde 1921, desconociendo el código penal actual, el fallo FAL, pactos internacionales, todo. #ESImportante garantizar la Interrupción Legal del Embarazo. No defienden ninguna vida, solo más muertes y clandestinidad”.

“Yo no me meto con creencias personales e ideas, cada uno es libre y si pretendo que me respeten hay que respetar. Pero el proyecto de #Tucumán va en contra de la ley y si es necesario yo misma me presento con un amparo por inconstitucionalidad, a algunos ya se les va la mano”, anticipó la radical Josefina Mendoza.

También desde la UCR, Brenda Austin consideró “lo de Tucumán es una vergüenza. No sólo buscan impedir el acceso a la interrupción del embarazo de una mujer violada (hoy legal en Argentina), sino que buscan poner en cuestión la causal salud. Además de inconstitucional y retrógrado, refleja una falta de empatía escalofriante”.

“Hay que barrer a esos legisladores que pretenden prohibir el aborto hasta en los casos de violación. Están planteando legalizar la tortura. Es una provocación. En Tucumán y en todo el país el movimiento de lucha de las mujeres terminará con estos dinosaurios”, fue el mensaje del trotskista Nicolás del Caño.