Tras ponerse al frente del Ministerio de Seguridad de la Ciudad y luego de los incidentes dentro y fuera del estadio de River Plate, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, insistió con un proyecto que busca combatir a los barrabravas, mediante el cual se propone que las contravenciones -como por ejemplo, arrojar piedras- sean un delito penal.

En ese sentido, Santilli explicó que “la contravención debe ser un delito penal. Un piedrazo puede sacar un ojo, puede matar, y no hay derecho a eso” y consideró que “la persona dispuesta a tirar una piedra está dispuesta a matar” y consideró que “es importante avanzar en todas las direcciones: la Justicia, las entradas, cómo mejorar los operativos y que el que tire un piedra vaya preso; el que esté en connivencia con grupos violentos debe tener una pena agravada”.

Además descartó “diferencias de concepción” entre la Ciudad y la Nación, por lo que aseguró -en diálogo con radio Milenium- que “somos un equipo y no tenemos dos pensamientos o visiones distintas; pensamos de la misma manera y eso es lo que tenemos que llevar adelante”.

Finalmente, se refirió a su nuevo rol frente al Ministerio, al manifestar que “Rodríguez Larreta me pidió que me hiciera cargo del área, es una de las responsabilidades más importantes porque para nosotros la primera preocupación y ocupación es la seguridad” y sentenció que “todo el equipo que tenía el Ministerio de Justicia y Seguridad seguirá trabajando y vamos a investigar exactamente qué fue lo que pasó para que no pase más; para poder mejorar hay que saber qué fue lo que no funcionó”.