Además estuvo presente la primera dama Juliana Awada. La actividad se desarrolla por primera vez en Argentina y tendrá lugar hasta el 8 de junio en el predio de Tecnópolis.
En el marco de la visita del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, a Argentina, Gabriela Michetti compartió este jueves un acto con su esposa, Michelle Bolsonaro. La vicepresidenta, también acompañada por la primera dama Juliana Awada, participó de la apertura de la II Cumbre Global de Discapacidad.
“Las personas con discapacidad, la minoría más grande del mundo, empezamos a tener poco a poco más voces que hablen sobre nosotros. Esta cumbre global, que se realiza por primera vez en Argentina, es una prueba de ello”, afirmó la titular del Senado durante la inauguración del evento que se desarrollará hasta el 8 de junio en el predio de Tecnópolis -con entrada libre y gratuita y previa acreditación en el sitio oficial-.
Por su parte, Awada calificó como “una alegría enorme” que el país haya sido seleccionado para la realización de la cumbre y felicitó a Michetti, de quien dijo “hace un gran trabajo en este sentido”.
En tanto, Michelle Bolsonaro destacó: “El discurso en lengua de señas durante la asunción de mi esposo, Jair Bolsonaro, es una muestra de mi aprecio hacia las personas con discapacidad, que se sintieron olvidadas”.
“Mi lucha es para que todos sean valorados como individuos, fortalecer sus derechos, combatir la discriminación”, agregó y detalló que en Brasil el 24% de la población tiene alguna discapacidad, “el doble que la Argentina”, aseguró.
A su turno, la presidenta de la Alianza Internacional de Discapacidad, Ana Lucía Arellano, sostuvo: “Confirmamos nuestro compromiso por la plena inclusión de las personas con discapacidad y sus familias. Estamos todos movilizados, aquí, en Buenos Aires, para que esta implementación sea una realidad. La realización de esta cumbre es el seguimiento de la voz en América Latina, de la urgencia en América Latina”.
Finalmente, Michetti expresó que “el mundo no está conformado por 6.000 millones de personas y 1.000 millones de personas con discapacidad. Somos los mismos 7.000 millones y hasta que no lo veamos así, no lo pensemos así, no estemos sentados así, no lograremos un verdadero cambio”.
