Ante el recambio de gobierno que se aproxima, el titular de la Auditoría General de la Nación, Oscar Lamberto, anunció que presentará su renuncia la semana que viene. Con esta decisión, a partir del 10 de diciembre, la presidencia del organismo de control podría recaer temporalmente en un radical.

Con la salida de Lamberto, el Colegio de Auditores Generales deberá resolver quién asumirá de forma provisoria. Hasta que Juntos por el Cambio eleve su propuesta, podrían ocupar ese sillón en el mientras tanto Jesús Rodríguez o Alejandro Nieva.

Es que, según establece el artículo 85 de la Constitución Nacional, este cargo le corresponde al “partido político de oposición con mayor número de legisladores en el Congreso”. El Pro y la UCR deberán definir el nombre para que, luego, los titulares de ambas cámaras del Congreso (que serán Cristina Kirchner y Sergio Massa) firmen la resolución.

Durante la campaña había sonado fuerte para este puesto el excandidato a vicepresidente, Miguel Pichetto. Pese a que se encargó de negarlo en su momento, el propio presidente Mauricio Macri seguiría con la intención de que sea él ocupe ese lugar. Se trata nada más y nada menos del órgano que controlará al gobierno de Alberto Fernández.

En diciembre de 2015, cuando el kirchnerismo pasó a ser oposición, se eligió al extitular de la AFIP Ricardo Echegaray. Meses después, la Justicia hizo lugar a medidas en su contra presentadas por la diputada de la Coalición Cívica Elisa Carrió y fue suspendido. Finalmente, Echegaray renunció y el PJ designó a Lamberto, que asumió en agosto de 2016.

En diálogo con parlamentario.com, Lamberto expresó este jueves que está “convencido” de “la necesidad que tiene la Auditoría de hacer cambios profundos, sobre todo incorporándose al cambio tecnológico que viene”. “La registración no va a estar más en papel, va a estar en la nube”, indicó, con lo cual apostó que “el mayor desafío” será darle “un perfil científico y técnico”.