Como protagonista durante el gobierno de Eduardo Duhalde de la salida de la crisis de 2001/2002, el diputado nacional Jorge Sarghini diferenció esa debacle del momento actual, aclarando que “esto es muy distinto. Aquella crisis tuvo raíces económicas; esta es una crisis cuya raíz está en un aspecto estrictamente sanitario, en la pandemia, que viene a agregarse a problemas económicos que ya teníamos”.

“Este derrumbe de la economía mundial y este derrumbe de nuestra propia economía, de esta manera, de shock, es inédito”, remarcó el legislador del interbloque Federal, que observó que “los organismos internacionales están estimando que el derrumbe a nivel mundial va a ser del doble de lo que fue la crisis del 30”. Por su parte, la Organización Mundial de Comercio “está estimando una caída del comercio mundial en torno al 30%; la Organización Internacional del Trabajo dice que en el mundo 8 de cada 10 trabajadores enfrentan problemas de empleo”.

Por lo tanto, concluyó, “estamos en una situación muy compleja, que en nuestro país se agrega que llega después de una década de estancamiento económico”.

Entrevistado para Parlamentario TV, el legislador y economista estimó la caída del producto para este año en el orden del 7%, pero aclaró que “también es cierto que en la medida que se va alargando la cuarentena por necesidades del programa sanitario, se van corrigiendo a la baja las proyecciones del crecimiento del producto, y en consecuencia de la recaudación”.

En ese contexto consideró muy difícil confeccionar un Presupuesto, ya que estimó que “ciertamente es muy difícil elaborar un plan de gobierno y un programa de inversiones serio en un contexto tan indefinido. Hoy yo no veo que un presupuesto sea una necesidad imperiosa”.

Consultado sobre el impuesto a la riqueza que se impulsa desde el oficialismo, relativizó sus efectos. “Si se habla de un impuesto que grava a los sectores más ricos de la sociedad en un momento de emergencia, es difícil decir que no tenga un componente de justicia”, admitió, para aclarar luego que “quien crea que el financiamiento a los problemas de esta pandemia se resuelve con un impuesto de estas características está muy equivocado”.

Esto es, estimó que lo que pueda llegar a recaudarse luego se perderá “en el agujero negro del déficit”.

Reconoció que hoy es necesario emitir, pero observó que “hay que tratar de administrar lo más responsablemente la emisión e ir pensando en el día después para ver cómo esa emisión de hoy no tiene consecuencias muy negativas el día que empecemos, vaya a saber cuándo, el camino de salida.

Hoy yo no veo un riesgo de aceleración producto del aumento de la base monetaria. Pero hay que tener cuidado con el día después”.

Con relación a las negociaciones con los bonistas, Sarghini estimó que “en lo inmediato puede no tener ninguna consecuencia un default”, pero advirtió que “acá no es lo mismo, en el momento que empecemos a salir, estar en default que haber resuelto el tema. Pensando en el día después, hay que resolver el tema, porque hay un sesgo muy general, en el análisis, de mirarlo solo desde el sector público”.

“El tema es que hay que mirarlo también desde el sector privado -aclaró-. Y al día siguiente de la salida de esta crisis, el sector privado necesita que haya inversiones, necesita financiamiento, y el costo del financiamiento del sector privado no es el mismo si la Argentina está en default que si no lo está”.

El diputado explicó que si Argentina “está en default, su riesgo país está en niveles que vuelan, y con niveles que vuelan de riesgo país, tienen su impcto y consecuencias en el financiamiento del sector privado”.

“No va a ser lo mismo para el sector privado, que es el que va a tener que tirar hacia arriba en el momento en que busquemos empezar a salir y a recuperarnos”, precisó.