La diputada María Inés Gorbea (UCR-Ev) le pidió al Gobierno que brinde información sobre las consecuencias psicológicas y psiquiátricas a raíz del aislamiento social, e insistió en la necesidad de que se difundan programas y herramientas existentes para atender a esta cuestión.
A dos meses del inicio del aislamiento social obligatorio, la legisladora de la UCR-Evolución María Inés Gorbea impulsó en la Legislatura porteña un proyecto de declaración a través del cual le solicitó al Poder Ejecutivo de a conocer por medios de comunicación masivos y redes sociales, los programas y las herramientas ya existentes en el ámbito de la Dirección General de Salud Mental del Ministerio de Salud a la luz de las consecuencias psicológicas y psiquiátricas que la pandemia de Covid 19 tiene y tendrá en nuestra sociedad.
En los fundamentos de la iniciativa, la radical señaló que “el Gobierno de la Ciudad cuenta con diversos programas destinados al cuidado de la salud mental y entendemos que ahora más que nunca, y frente al estado de situación actual, deben darse a conocer” e insistió en que “la cuarentena generalmente es una experiencia desagradable para quienes la padecen: separación de los seres queridos, pérdida de libertad, incertidumbre sobre duración de la cuarentena, incertidumbre sobre el estado de la epidemia y aburrimiento, son algunas de las consecuencias que, en ocasiones, pueden conllevar efectos dramáticos”.
Además hizo referencia a un estudio que se realizó recientemente en Reino Unido y que fue publicado por la revista The Lancet, en el que se describen algunos de los problemas psicológicos que presentaba la población en ese contexto de la pandemia. “Los datos muestran que la cuarentena es el factor más predictivo de los síntomas del trastorno por estrés agudo”, explicó.
Sobre esa misma línea, señaló que “las personas en cuarentena son significativamente más propensas a informar de agotamiento, desapego, ansiedad al tratar con pacientes contagiados, irritabilidad, insomnio, poca concentración e indecisión, deterioro del desempeño laboral y rechazo al trabajo o consideración de renuncia” y advirtió que “los estudios informan sobre síntomas psicológicos generales, trastornos emocionales, depresión, ansiedad, estrés, bajo estado de ánimo, insomnio, síntomas de estrés postraumático, irritabilidad, ira y agotamiento emocional. El bajo estado de ánimo y la irritabilidad destacan por tener una elevada prevalencia”.
Finalmente, concluyó pidiendo la aprobación de su iniciativa, “teniendo en cuenta la variada oferta que ya existe en el ámbito de la Dirección de Salud Mental y a la luz de las consecuencias que la cuarentena trae y traerá para nuestra sociedad”.
