El legislador nacional de JxC manifestó su preocupación ante la amenaza de tala, incendio o depredación de los bosques.
El diputado nacional de Juntos por el Cambio Alberto Asseff, junto a Estela Regidor, Lidia Inés Ascarate, Gerardo Cipolini y Alicia Terada, solicitó al Gobierno nacional que, a través de la Secretaría de Municipios dependiente del Ministerio del Interior, gestione las medidas necesarias para “proteger, preservar y recomponer la reserva natural de Ciudad Evita, partido de La Matanza, provincia de Buenos Aires”.
El legislador advirtió que la reserva natural de Ciudad Evita es un ecosistema que cumple “un rol fundamental” en el municipio de La Matanza y que jerarquiza el patrimonio natural de la provincia de Buenos Aires. “Por ello se requiere del Estado mayor atención para la implementación de medidas urgentes y necesarias para garantizar su protección, preservación y recomposición”. consideró.
Los bosques de Ciudad Evita son la primera reserva natural de La Matanza, y son parte de las necesidades de la gente que pide más espacios verdes para mejorar su calidad de vida. Por eso la tala, incendio o depredación de especies es considerada, a partir de esta acción, como un “delito ambiental” con sanciones penales, explicó Asseff.
Además, indicó que la reserva posee árboles y pastizales que son “de gran importancia” para la preservación de la biodiversidad, porque el área actúa amortiguando las inundaciones dada la gran absorción que ejerce su vegetación, generando de este modo un microambiente que purifica de contaminantes.
“Por ello es que la preocupación por la protección y la conservación de la reserva natural de Ciudad Evita entre ONGs y vecinos autoconvocados es de suma relevancia. Desde la óptica ambiental hasta la de seguridad, existen numerosos conflictos que atraen la atención de miles de personas”, manifestó el legislador del partido UNIR.
De tal modo, sostuvo que se debe trabajar en proyectos educativos, de recomposición del ambiente y de preservación del mismo, como así también para la implementación de políticas de seguridad para evitar toma de terrenos, construcciones ilegales en el yacimiento arqueológico Querandí, ingreso de material y residuos tóxicos. Como así también evitar la tala de árboles e incendios, que ponen en serio riesgo la existencia del área.
