Por Elda Pértile. La diputada del FdT por Chaco explica la necesidad de avanzar con un aporte solidario de los sectores más ricos a fin de afrontar las consecuencias de la pandemia.
Es un momento donde se necesita solidaridad social y desterrar los egoísmos personales. Nosotros desde hace ocho meses en el marco de nuestras posibilidades lo hicimos; hemos congelado nuestras dietas y los montos de pasajes, subsidios, becas y otras economías del presupuesto de la Cámara de Diputados se destinan a la salud pública.
Las personas que tuvieron resultados exitosos en sus negocios en el territorio de nuestro querido país y en cuyo camino muchas contribuyeron a su éxito empresarial, son llamadas a la solidaridad.
Nada se hace solo y se necesita del trabajo de muchos, no se quita mérito a su esfuerzo y sacrificio personal ni a la sabiduría aplicada para sus logros obtenidos, pero hoy estamos atravesando una situación crítica económica, social y de salud incomparable e inigualable a través de los tiempos.
Todos los gobiernos en sus distintas jurisdicciones tanto nacional, provincial o municipal hacen frente con la incertidumbre de lo desconocido en esta pandemia tratando de abordar las consecuencias que todos conocemos.
El análisis de este aporte no puede circunscribirse a si es o no un impuesto confiscatorio porque no es un impuesto.
El aporte extraordinario obligatorio y por única vez sobre el patrimonio alcanza aquellos cuyas declaraciones juradas al 31 de diciembre de 2019 superan 200 millones de pesos y de manera progresiva en una escala razonable.
Esta realidad descolocó al mundo entero y caminos semejantes al de este aporte se transitan en México, España, Chile, Estados Unidos, Dinamarca, Italia en búsqueda de una salida parecida para obtener ayudas.
Hoy el Estado Nacional lleva 960.000 millones en gastos atendiendo los efectos de la pandemia y son insuficientes para las necesidades que afloraron.
Excedió la posibilidad de lo que el Estado administra y recauda normalmente, por eso, se acude a un requerimiento de solidaridad en el seno propio pueblo.
Se ha explicado con suma claridad los fines específicos que tendrá la suma extraordinaria a obtenerse y será para atender:
El análisis de este aporte no puede circunscribirse a si es o no un impuesto confiscatorio -discusión que no cabe - porque no es un impuesto, es un aporte obligatorio y por única vez.
Tampoco frenaría el desarrollo y crecimiento de la clase media Argentina, ya que justamente es la clase media y los sectores vulnerables los más afectados y a atender junto a los demás que también se consideran.
La economía no se deprimiría por este aporte, la economía está afectada por la pandemia.
Todos alguna vez tenemos en nuestras vidas la posibilidad de hacer algo por la sociedad en la que vivimos y devolver algo de lo tanto que recibimos, a veces no es en dinero sino en oportunidades de desarrollarnos y crecer como personas, como profesionales, en nuestros oficios o en nuestras familias.
Hoy lo que se pide es un acompañamiento extraordinario para una circunstancia extraordinaria, que supera a toda la humanidad y en la que nosotros argentinos y argentinas no escapamos.
Todas nuestras vidas están expuestas, bien lo dicen las autoridades y en particular nuestro presidente: “De esta pandemia saldremos adelante todos juntos”, por lo que las soluciones deben estar en manos de las autoridades más el pueblo.
El llamado es a quienes hoy pueden contribuir y ayudar más, en un compromiso humanitario para un escenario que involucra absolutamente a todo el pueblo argentino.
*Diputada nacional del Frente de Todos por la provincia de Chaco