¿Cómo pasó tan rápido todo? Hago tantas actividades, soy tan inquieta que pocas veces me detengo a pensar en lo recorrido como hago en estos momentos.

Siempre cuento que mi familia no viene de la política y sin embargo he logrado un camino que me da mucho orgullo, sigo avanzando con vocación por el hacer.La crisis del 2001 me demostró que era momento de comprometerse más y así lo hice. Empecé a luchar por el sueño de cambiarlo todo, de seguir el ideal de un país mejor. La adversidad me impulsó y llegué hasta acá.

Miro el camino recorrido y estoy feliz por todo lo logrado.

Cuando ingresé en la Legislatura de la Ciudad todos destacaban que era la legisladora más joven. Claramente ya fui superada en ese aspecto hace algunos años jaja. Pero ocupar una banca es más que eso, es una gran responsabilidad cualquiera sea la edad que cada uno tenga. La Legislatura de la Ciudad con su enorme e histórico edificio ya es una señal de la magnitud de la responsabilidad que tenemos quienes elaboramos proyectos, votamos otros, decidimos en representación de todos los vecinos y vecinas de la Ciudad.

Pero pienso en esa chica que llegó con toda la energía para hacer tantas cosas y que con esfuerzo y trabajo fue logrando la confianza de sus compañeros.

El primer desafío que tuve fue ser Presidenta de la Comisión de Salud, un tema que me gusta mucho y disfruté enormemente. Uno de los proyectos más importantes fue la Historia Clínica Electrónica que tuvo un amplio consenso de los bloques y que, sin dudas, llevó practicidad a pacientes y personal de salud al contar con toda la información médica en un solo lugar en tiempos donde la virtualidad apenas comenzaba a asomarse. Para 2016 fue un avance enorme y hoy vemos que valió la pena.

En 2018 llegaría otro camino impensado: ser Presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano. Mucho más aun los debates que vinieron por delante y me exigieron un poco más de sacrificio, aprendizaje, tiempo, dedicación y muchas horas de estudio. Y como si fuera poco debuté al frente de la comisión con el debate de dos códigos (Urbanístico y de Edificación) que cambiaron el paradigma de la planificación en la Ciudad. Mucho más aun, en medio de las audiencias masivas me llega la hermosa noticia de mi embarazo. Así transité esos debates. Nervios, emociones, alegrías, enojos, charlas, y sobre todo mucho tiempo leyendo. Era solo el comienzo, me esperaban 3 años más al frente de una comisión que me enseñó tanto que no puedo graficarlo.

Jamás imaginé el recorrido que iba a hacer como Diputada, pero siempre tuve muy en claro que quería estar cerca de la gente, no perder el contacto que suele generar la política. Siento que lo logré y ahora voy a estar mucho más abocada a la materialización de las propuestas, a la necesidad concreta de la realidad cotidiana.

Habrán visto que me despedí con lágrimas, pero son una mezcla de tristeza por el cariño de la gente que conocí en todos estos años en un lugar que es como mi segundo hogar. Pero además son lágrimas de emoción cuando miro hacia atrás, mis primeros pasos y la felicidad de saber que el sacrificio vale la pena. Que hay un partido político que premia el trabajo, la dedicación y el esfuerzo por mejorar cada vez más a nuestra hermosa Ciudad.