Un diputado relató en primera persona las torturas que sufrió
El oficialista Daniel Gollán salió al cruce de las voces que en esta campaña electoral han hablado de “excesos” cometidos durante la dictadura, en el marco de una guerra.

Promediando las cuestiones de privilegio durante la sesión de este martes, el diputado Daniel Gollán presentó una contra quienes “están negando, minimizando, banalizando lo que sucedió en el período más negro de la historia”.
A continuación, contó lo que definió como “una experiencia personal, pero que representa a miles y miles de argentinos y argentinas que pasaron por lo mismo”. Contó entonces que el 27 de junio de 1976 fue secuestrado y llevado a un centro clandestino. Y a continuación, detalló su calvario.
“Horas y horas de picana… Horas y horas de picana en la boca, en las encías, shock eléctricos, horas y horas, días y días. Me aplicaron submarino seco, hasta que se rompieron las costillas… y después siguieron, y cuando no daba más, horas parado, y cuando te caías, te golpeaban brutalmente. En una de esas golpizas me desmayé y amanecí en un baño, atado, adonde todos los que iban a orinar, me orinaban encima. Y muchísimas cosas más que ya no voy a contar”, continuó.
El diputado oficialista se preguntó “qué pasa en un país en donde esto sucedió, en donde la gran mayoría de los argentinos y argentinas dijimos que no podía volver a suceder y hoy escuchamos a algunos candidatos decir que fue mentira; banalizar”.
A continuación contó que en una oportunidad su madre fue a visitar a un coronel para pedir por él, y el militar le dijo: “Mire Sara, yo no puedo hacer nada, y no estoy de acuerdo con nada de lo que está pasando”. Y lo pasaron a retiro, recordó. Luego dio con alguien que sí pudo interceder por él, contó, pero paradójicamente era un general que había traído a la Argentina métodos de tortura de Argelia. Ese sí pudo interceder por él, pero concurrió luego un coronel a visitarlo y le dijo a su torturador: “Miren, es un perejil, que no se muera. Síganle pegando, pero que no se muera”.
Gollán contó entonces que esos militares “iban a supervisar el ‘trabajo’ que se hacía allí… No hubo ningún exceso, fue un plan sistemático, conducido y supervisado por los altoso mandos de las fuerzas armadas. No banalicemos eso”.
Cuando quedó en libertad y se exilió, lo mandaron a Alemania, donde contó que escuchaba a grupos neonazis que decían que en el Holocausto no habían sido 6 millones los judíos asesinados, sino que “fueron menos”. Lo que interpretó como “sembrar la duda”, ante lo cual demandó: “No podemos tolerar esto. La verdad que hubo un fallo que acá se mencionó muchas veces, que fue histórico, hecho durante el gobierno de alguien a quien admiro mucho, siendo peronista: el doctor Raúl Alfonsín”.
“Nunca más decía el fallo; no podemos estar discutiendo estas cosas. Tenemos un abismo de diferencias, es la democracia, tenemos un abismo de ideas miradas diferente, pero esto es nunca más, por favor”, concluyó.