Al cabo de una jornada intensa de debate, los diputados votaron a mano alzada un nuevo cuarto intermedio y este viernes, después de los discursos de cierre, será el turno de la votación en general, y luego arrancará la votación en particular. Todavía quedaban pendientes casi una veintena de discursos individuales.
La segunda jornada de debate de la ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos estuvo marcada por la tensión. Dentro y fuera del Congreso de la Nación. En un deja vú de 2017, como evocó en un pasaje de la sesión el diputado del Pro Eduardo Capozzi, en un momento dado Unión por la Patria y la izquierda quedaron cerca de lograr detener la sesión, imponiendo un cuarto intermedio que incluso llegó a tener la anuencia de una diputada de la Coalición Cívica, integrante del bloque de Miguel Pichetto, quien con autoridad planteó su rechazo a frenar la sesión por lo que sucedía fuera del Congreso.
Cerca de la medianoche, en el tramo final de los discursos individuales, otro diputado del Pro, José Núñez, arrancó con un discurso desafiante, refiriendo la cantidad de gente que estaba rodeando el Congreso: “Hace cuatro años que están calladitos, no tiran piedras… y hoy de golpe, parece una cosa mágica, se acuerdan de que hay inflación, que hay problemas la verdad que no se entiende. Y querer responsabilizar a una ministra que quiere poner orden, que es lo que votaron los argentinos”.
Luego de una extensa lista de discursos a favor y en contra del proyecto puesto a consideración, los diputados se aprestaban a votar en general, con la certeza de que el oficialismo conseguiría imponerse por gran ventaja. Sin embargo, promediando la noche comenzó a circular la versión de que podrían llegar a votar un cuarto intermedio, como la noche anterior, una vez concluida la lista de oradores individuales.
Esto es, antes de los discursos de cierre se pasaría a un cuarto intermedio para que los mismos fueran brindados en el reinicio de la sesión, este viernes, para votar en general a continuación. Luego de ello, comenzaría la farragosa votación en particular.
Pero como todo se dilataba, finalmente pasadas las 12.30 de la noche el presidente del bloque oficialista, Oscar Zago, pidió pasar a un cuarto intermedio, que se votó sin protesta alguna. Así, a las 0.38 se aprobó pasar a un cuarto intermedio hasta este viernes a las 10 de la mañana.
Faltaban todavía por lo menos 16 oradores individuales.
Cambios en el dictamen
Durante toda la jornada, los diputados de Unión por la Patria se la pasaron reclamando el texto definitivo del dictamen de mayoría. Lo que pudo saberse fue que durante toda la jornada continuaron las negociaciones entre el oficialismo y la oposición dialoguista, con vistas a la votación en particular, y se habría avanzado en una de las partes más trabadas del proyecto: las empresas a privatizar.
Según trascendió, desde La Libertad Avanza propusieron eliminar nueve empresas del listado inicial de 41. Las empresas que no se privatizarán son el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), Casa de Moneda, Dioxitek S.A; Fabrica Argentina de Aviones, Fabricaciones Militares, Radio de la Universidad del Litoral, Servicio de Radio y TV de la Universidad de Córdoba, Vehículo Espacial Nueva Generación, Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio.
Tal cual se había convenido ya, una privatización parcial tendrían el Banco Nación, Nucleoeléctrica Argentina y ARSAT. También otras 27 empresas como Aerolíneas Argentinas, Ferrocarriles Argentinos, los medios públicos (Télam y RTA), Belgrano Cargas, Empresa Argentina de Navegación Aérea S.E. y Desarrollo del Capital Humano Ferroviario SAPEM.
Otro de los temas ríspidos tiene que ver con las facultades delegadas. El proyecto original pedía 11 emergencias con sus respectivas facultades delegadas. De ese número quedarían solo seis, a saber: económica, financiera, de seguridad, tarifaria, energética y administrativa.
En cuanto al plazo de las facultades delegadas, se confirma que se pasa de dos años a uno. Dicho plazo podrá ser prorrogado por el Congreso de la Nación por el plazo máximo de un año.
Durante la extensa jornada que se extendió por espacio de 12 horas (ya suman 23 en dos días), asistieron al recinto y siguieron la sesión desde los palcos, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, que llegó junto al vocero presidencial Manuel Adorni, y el ministro del Interior, Guillermo Francos.