La Legislatura porteña llevó a cabo un homenaje al fallo papal que ordenó el traslado de las tropas argentinas del territorio chileno, evitando así una guerra entre ambos países.
En el marco de un acto que se llevó a cabo en el salón Presidente Alfonsín, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el que se conmemoró la intervención del papa Juan Pablo II durante el conflicto entre Argentina y Chile, desistiendo ambos países de cualquier intervención militar. El fallo papal fue emitido el 12 de diciembre de 1980 y el tratado de Paz y Amistad fue firmado el 29 de noviembre de 1984.
El evento estuvo a cargo del legislador de Unión por la Patria (UP) y autor de la iniciativa, Alejandro Grillo, en el que se recordó que el 22 de junio de 1971, los presidentes Salvador Allende y Alejandro Agustín Lanusse firmaron un compromiso de arbitraje, mediante el cual ambos países se sometieron al arbitraje de un tribunal internacional especialmente integrado por jueces elegidos por ambos países.
El 2 de mayo de 1977 se dio a conocer el laudo arbitral, que otorgó derechos de navegación en el canal a los dos países, quedando Chile favorablemente con la mayor parte de las islas y los derechos oceánicos. El gobierno argentino declaró “totalmente nulo” el fallo, ordenando el movimiento de tropas en la zona del conflicto, a lo que el gobierno de Chile respondió con similares preparativos para una posible guerra entre naciones hermanas, gobernadas por gobiernos de facto.
En 1978 el papa Juan Pablo II intervino en el conflicto ofreciendo su mediación que fue aceptada por ambos países, desistiendo de cualquier intervención militar. El fallo papal fue emitido el 12 de diciembre de 1980, luego de intensas negociaciones en el Vaticano que finalmente pudieron llegar a un acuerdo. Proponía una reducida zona marítima económica para Chile y un límite sobre aguas al sur del meridiano del Cabo de Hornos. Además, se establecían recorridos de libre circulación para ambos países. Este acuerdo fue sometido a un referéndum por Argentina y votado favorablemente en el gobierno democrático del presidente Raúl Alfonsín.
El tratado de Paz y Amistad fue firmado, en Roma, el 29 de noviembre de 1984 por los ministros de relaciones exteriores de la República de Chile y la República Argentina. El 15 de marzo de 1985 se sancionó la Ley 23.172 que aprobó el Tratado de Paz y Amistad. Los ministros de relaciones exteriores de ambos gobiernos intercambiaron los originales de ratificación el 2 de mayo de 1985. Además, el tratado incluyó un marco para la solución pacífica de controversias entre ambas naciones, a través de la creación de una "Comisión Permanente de Conciliación" y, en caso necesario, un "Tribunal Arbitral" cuyas sentencias serán obligatorias, definitivas e inapelables y estarán entregadas al honor de las naciones signatarias.
En el evento, participó el embajador de Chile en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, quien afirmó que “con este acto se simboliza el cariño del pueblo argentino por este Tratado y, más allá de los problemas que pueden haber, acá lo fundamental es que Chile y Argentina caminen juntos hacia un mismo horizonte”.
Otro de los participantes fue el diputado nacional Leandro Santoro, quien recordó: “El gobierno argentino actual perdió una oportunidad inmejorable, no solamente para celebrar el tratado, sino para reafirmar el consenso social del pacto democrático que firmamos en nuestro país”.
“Alfonsín entendía que la democracia era un sistema de vida por eso entendía que era imprescindible eliminar los conflictos con los países limítrofes. Fue la idea de construir un sistema de convivencia que obviamente empezó a tener éxito con los años porque logró transmitirlo a los distintos pueblos de la región”, agregó.
También participaron del panel de oradores la investigadora del Conicet en el Instituto de Estudios Históricos Económicos, Sociales e Internacionales (IDHESI) en la UBA, María Cecilia Míguez, y el vicepresidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), Francisco Cafiero.