La diputada de Unión por la Patria Roxana Monzón presentó un proyecto para expresar el rechazo de la Cámara baja ante la expulsión de diez argentinos. Denunció que se trata de una medida discriminatoria que vulnera derechos humanos y rompe con la tradición de amistad entre ambos países.
La diputada nacional Roxana Monzón (Unión por la Patria) presentó un proyecto de declaración para que la Cámara de Diputados exprese su repudio por la deportación de diez ciudadanos argentinos que residían en los Estados Unidos. La iniciativa denuncia que se trata de una medida “discriminatoria” que “vulnera derechos humanos fundamentales, afecta la dignidad de las personas y va en contra de la tradición de amistad, valores compartidos y cooperación” entre ambos países.
Los argentinos fueron expulsados el 11 de septiembre en un vuelo especial contratado por el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense. Entre los casos más resonantes se encuentra el de Mario Luciano Robles, de 25 años, quien relató su detención en Texas y aseguró: “No somos criminales”. Otro testimonio fue el de Maximiliano García, quien vivía en EE.UU. desde 2001, tenía permiso de trabajo vigente hasta 2030 y una hija ciudadana estadounidense. Sin embargo, una orden de deportación de 2015, de la que nunca fue notificado, lo dejó fuera del país.
Monzón recordó que la relación bilateral entre Argentina y Estados Unidos se remonta a más de dos siglos, con vínculos diplomáticos iniciados en 1823. “Ambos países comparten valores como el compromiso con la democracia, los derechos humanos, la prosperidad económica y la cooperación científica”, señaló en los fundamentos del proyecto.
La diputada también cuestionó la falta de reacción del gobierno argentino ante las deportaciones. “El embajador argentino en Washington, Alejandro Oxenford, justificó la medida como una prerrogativa de cada país y minimizó el impacto al señalar que el número de argentinos deportados es ‘infinitésimo’ en comparación con otras nacionalidades”, criticó.
El proyecto busca que la Cámara baja se pronuncie formalmente contra lo que considera una violación de derechos y un retroceso en la relación histórica entre ambas naciones. “Se trata de historias de sueños rotos y familias separadas”, concluyó Monzón.