Producto del resultado electoral del 26 de octubre, la actividad en el Congreso interrumpió el andar constante desarrollado a lo largo de todo este período ordinario. Un andar prácticamente inédito, con múltiples sesiones y reuniones de comisión durante todas las semanas, sin registrar receso alguno.

Un fragor intenso lejano a lo que suelen ser los años electorales, en los que la actividad se resiente fuertemente, producto de que la campaña se hace sentir fuerte en el Congreso de la Nación, pues por algo se lo conoce como la “caja de resonancia de la política”.

No fue el caso este 2025 en el que la oposición decidió acosar al Gobierno nacional en el ámbito donde más débil es: las cámaras del Congreso, habida cuenta de la inferioridad numérica de la que adolece La Libertad Avanza, al menos hasta el 10 de diciembre. A sabiendas de ello, la oposición decidió no darle tregua al oficialismo y así resultó un año impar de inusitada actividad, con 13 sesiones registradas en la Cámara de Diputados hasta las elecciones de octubre, durante el período ordinario. De ellas, 3 fueron reuniones informativas (visitas del jefe de Gabinete, una interpelación incluida) y una de homenaje (por el fallecimiento del papa Francisco).

Para encontrar números similares hay que remontarse a 2017, elecciones intermedias de Cambiemos, que también tuvieron hasta el mes de octubre 13 sesiones en la Cámara baja, también con 4 informativas.

El otro extremo lo tenemos en con las elecciones de 2011, año en el cual se registraron solo 6 sesiones registradas hasta esta altura del año.

Considerando los años “no electorales”, los de mayor actividad hasta esta altura del año fueron 2012 y 2016.

Veamos un detalle de las sesiones durante el período ordinario registradas entre marzo y octubre, durante los últimos tres lustros.

Fuente: Índice de Calidad Legislativa