La Cámara Criminal y Correccional Federal ratificó que su muerte se trató de un suicidio, relacionado con su tarea como fiscal y la presentación contra exfuncionarios por el pacto con Irán. No imputaron a la expresidenta.
La Cámara Criminal y Correccional Federal confirmó que el fiscal Alberto Nisman fue asesinado y aseguró que su muerte se dio “como consecuencia” de su tarea al frente de la UFI AMIA y la denuncia efectuada contra la expresidenta -y actual senadora- Cristina Fernández de Kirchner, por encubrimiento a Irán en el atentado a la mutual judía, a través de la firma del Memorándum.
Aunque todavía sin imputar a la exmandataria -como había pedido la madre del fiscal y querellante en la causa, Sara Garfunkel-, en su resolución Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia avalaron la investigación del juez federal Julián Ercolini y confirmaron los procesamientos de los cuatros efectivos de la Policía Federal encargados de custodiar a Nisman: Luis Miño, Armando Niz, Rubén Benítez y Néstor Durán.
En el fallo, los magistrados señalaron que el fiscal que “se encontraba a cargo de la Unidad Fiscal de Investigación del atentado terrorista perpetrado contra la sede de la AMIA, fue asesinado horas después de haber formulado una denuncia contra las máximas autoridades del Poder Ejecutivo Nacional y otras personas por haber encubierto a los presuntos responsables del atentado, y horas antes de exponer ante una comisión especial del Congreso Nacional las razones de su proceder”.
“Si bien dicha circunstancia, por si sola, no permite definir el vínculo entre el homicidio y la actividad funcional de la víctima, el examen integral del escenario orienta la presunción en tal sentido”, remarcaron. Además, recordaron que “la víctima tenía asignada custodia de diversas fuerzas de seguridad en razón de las amenazas que -como consecuencia expresa de su función, había recibido tanto él como su entorno familiar”.
En otro fragmento de la resolución, los jueces sostuvieron que “pese a encontrarse en una situación por demás vulnerable, al menos una persona pudo entrar a su departamento, asesinarlo y dejar el lugar -favorecido por diversas y selectivas disfuncionalidades de los mecanismos de filmación- sin que se encendiera la más mínima alerta hasta su tardío y ensombrecido hallazgo”.
Por el presunto encubrimiento a Irán pesa sobre Cristina Kirchner un pedido de desafuero, que ingresó en el Senado el pasado 7 de diciembre, pero que todavía no fue tratado en la Comisión de Asuntos Constitucionales y que fue virtualmente desactivado cuando se produjeron las liberaciones de Carlos Zannini y Luis D’Elia en el marco de esta causa.
