– Como presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo, ¿cuáles son las medidas que están por ser sancionadas dentro del paquete de leyes laborales?

– Lo que estamos esperando es el proyecto de ley de Accidentes de Trabajo del Poder Ejecutivo, para discutirlo y confrontarlo con los otros proyectos y así poder ver cuál es la mejor ley, por lo que debemos separar la paja del trigo. Para ser claro, el objetivo de una ley de Accidente de Trabajo lo que tiene que hacer es que no haya accidentes de trabajo. Es decir, el objeto perseguido es la prevención. Como dicen los abogados, el bien jurídico a proteger, el interés a tutelar, es la salud física y psíquica del trabajador, que ingresa sano y tiene que salir sano del lugar. Por lo tanto, el objetivo principal es la prevención y lo demás es secundario.

– ¿Cuánto influye que la ley actual sobre accidentes de trabajo haya sido sancionada en la década del 90?

– Es verdad, la ley que estamos por reformar tuvo su origen en la peor época de flexibilización laboral y esto hay que tenerlo presente, porque da muestra de la necesidad de cambio.

– ¿La ley vigente es inconstitucional?

– En cada oportunidad que la Corte Suprema tuvo que pronunciarse sobre la ley de Accidentes de Trabajo dijo que era inconstitucional. Fueron tres ocasiones donde esto se planteó, y no una. Entonces, debemos salir de esa ley, hacerlo compatible con la Constitución.

– ¿Cuál es el mayor problema a resolver sobre la nueva ley?

– El desafío más grande es lograr compatibilizar el lucro, que es legítimo en una economía de mercado, con la Seguridad Social, ya que cuando más se previene más se invierte en prevención y cuanto mejor se repara económicamente, las entidades obtienen menos tasa de ganancia, lo que va en contra de sus deseos: ganar siempre más. Aunque ya han ganado muchísima plata al no cumplir con la póliza establecida por ley, del 3,5 o 4% de la masa salarial.

– ¿Existe algún otro aspecto conflictivo?

– Otro de los puntos a resolver es hacer una ley eficiente, donde no sea necesario que el trabajador vaya a juicio. Nadie quiere que el trabajador vaya a juicio, pero no se puede impedir el hecho que recurra a la Justicia. Esto es otra cuestión que hay que equilibrar.

– ¿Cuándo se aprobará la nueva ley?

– No me pregunte de tiempo porque ésta es una orquesta con muchos músicos y yo apenas hago el solfeo.

– ¿Existe voluntad política para la reforma?

– La decisión será del Gobierno y éste también tiene sus tiempos y hay intereses encontrados. Además, no se puede exigir que todo se solucione de la noche a la mañana, por que los lobbys empresarios son fuertes.