Es que, según admitió, con el presupuesto con el que actualmente cuenta ese organismo está incapacitado para realizar un control efectivo de la actividad de las telefónicas.

“Con lo que tenemos, apenas nos alcanza para sueldos y vales de nafta de los técnicos”, graficó Aguiar, luego de que el menemista Ricardo Quintela le reclamara la instalación de medidores telefónicos domiciliarios, apovechando precisamente la desregulación de la actividad. En tal sentido Aguiar sostuvo que de todas maneras resultaría más económico y eficiente que la CTN tuviera la tecnología para auditar la totalidad de los servicios de facturación de las empresas. Sin embargo no había dinero, y ahí expuso las limitaciones del organismo. Empero, ante la insistencia de Quintela, Aguiar admitió que se trataba de una idea para tener en cuenta.

Pero el choque esperado era con el cordobés Lamisovsky, quien junto a otros legisladores peronistas cuestionó al funcionario por su pasado al servicio de empresas privadas. Por tal motivo, el diputado cavallista dijo que lo desconocería como secretario de Comunicaciones hasta tanto no se expidiera la Justicia.

Entre otras cosas también se le formularon reclamos respecto a los subsidios que recibe la telefonía celular, así como se le pidió que se incorpore a la nueva regulación la portabilidad del número, siguiendo el ejemplo de varios países que ya la han adoptado.

Otro tema que se llevó buena parte de la reunión fue la situación del Correo, respecto a lo cual el diputado justicialista Pablo Fontdevila calificó de “esquizofrénica” la posición del Poder Ejecutivo, en tanto que otros diputados de diversos partidos advirtieron que se estaba en vísperas de una “remonopolización” postal.

Al respecto, Aguiar se comprometió a reiniciar desde cero lo actuado en la materia.