La Cámara de Diputados aprobó en una votación rápida las modificaciones al Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) que había modificado el Senado la semana pasada.
Cerrado el trámite parlamentario, pendiente aún la ley de promulgación por el Ejecutivo, el impuesto se fijó en una alícuota del 70 por ciento en el caso de las naftas de hasta 92 octanos y del 62 por ciento para las que superen los 92 octanos. Los combustibles más económicos como solvente, aguarrás, nafta virgen y gas en garrafa, también se les asignó un 62 por ciento de gravamen, mientras que para el gas-oil el porcentaje se reduce a un 19 por ciento, igual que el diesel y el kerosén.
El proyecto fue impulsado por el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y apunta a corregir la asimetría producida en la recaudación del Impuesto a la Transferencia de Combustibles, luego del estallido de la convertibilidad y el consecuente impacto sobre los precios de venta.
A su vez, se determina que "el monto resultante de la liquidación del impuesto a cargo de los responsables de la obligación tributaria no podrá ser inferior al que resulte de la aplicación del impuesto por unidad de medida".
El proyecto faculta además al Poder Ejecutivo para establecer alícuotas diferenciadas para los combustibles que se consumen en zonas de frontera, con el objeto de corregir asimetrías originadas en las variaciones del tipo de cambio. También otorga atribuciones al Poder Ejecutivo a aumentar hasta en un 25 por ciento y a disminuir hasta en un 10 por ciento las alícuotas sobre las que se calculará el ITC según el tipo de combustible.
