El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, reiteró que la potestad que le fue otorgada para redistribuir partidas del Presupuesto nacional no constituyen un superpoder, al tiempo que justificó el incremento de recursos dispuesto para siete provincias que históricamente fueron postergadas.
"En verdad llamar superpoderes a esto es cuanto menos un poco ampuloso, porque la única facultad que se nos está dando es la de redistribuir partidas", señaló Fernández, quien para argumentar la conveniencia de la medida, citó la situación que se generó en Santa Fe por las inundaciones, cuando el Estado nacional tuvo que ir su auxilio.
"El Gobierno nacional tuvo que sacar un poco de dinero a cada partida y construir una partida que permitiera llegar ese dinero a la provincia" en tiempo y forma, aseguró el ministro.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Economía de la Cámara alta, Oscar Lamberto, aseguró que la delegación de poderes en favor de la Jefatura de Gabinete sería "menos impactante" si el manejo de las cuentas tuviera un seguimiento permanente por parte del Poder Legislativo.
Lamberto dijo que las experiencias en delegación de facultades al Ejecutivo "no han sido buenas" con anterioridad y recomendó la creación de un órgano legislativo que evite el manejo discrecional de los fondos.
"Los superpoderes serían menos impactantes si se pudiera hacer un seguimiento permanente de las cuentas", señaló el legislador. "Una cosa es la facultad que le da el Congreso al Jefe de Gabinete para tomar decisiones sin necesidad de hacer una ley para cada caso específico, pero otra es enterarse después, en la cuenta de inversión, qué se hizo con las partidas", acotó Lamberto.
