Cuando nadie lo esperaba, el presidente de la Cámara de Diputados, Alberto Balestrini, se puso a la cabeza de una campaña para mejorar el funcionamiento de ese cuerpo legislativo en todas sus facetas.

La iniciativa presentada y que ahora está esperando el dictamen favorable de la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, que preside el justicialista tucumano Gerónimo Vargas Aignasse, se descuenta que saldrá con una rapidez inusitada, por ser precisamente un proyecto del titular del cuerpo.

La presentación coincidió con la puesta en marcha de la nueva página de Internet de Diputados, la cual de acuerdo con la opinión mayoritaria de quienes ya la han consultado es más ágil y facilita el acceso a la información, más allá de algunos inconvenientes técnicos propios de un estreno y que seguramente en los próximos días quedarán subsanados.

Con relación a la propuesta de Balestrini, el eje central de su propuesta consiste en publicar días, horarios y temarios de las sesiones, la nómina de los proyectos en la agenda de Diputados, las versiones taquigráficas de las sesiones, y el listado actualizado de las pensiones, becas y subsidios otorgados por los legisladores, entre otros cambios.

También contempla la publicación en tiempo y forma de las convocatorias a licitaciones de la Cámara baja y fundamentalmente el listado de empleados y asesores que están en planta permanente o transitoria.

Sin lugar a dudas, este último tópico -de llevarse a la práctica- cierra una de las facetas más oscuras de la Cámara, dado que su ocultamiento se prestaba a toca clase de conjeturas.

Por ejemplo, hace tiempo se decía que un ex presidente del cuerpo logró mantener -largo tiempo después de ser eyectado de su cargo por las urnas- a los empleados que ingresaron con él, aparentemente en alguno de los tantos edificios del Palacio de las Leyes.

No se puede dejar de señalar que se tratan de medidas que hace rato venían siendo reclamadas por las organizaciones sociales que siguen de cerca el funcionamiento del Congreso, y que hasta ahora caían en saco roto.

Además, propuestas de este tenor solían ser presentadas en distintas épocas por los legisladores de la oposición, mientras que lógicamente los oficialismos de turno las cajoneaban. Incluso, algunos de ellos votarán positivamente la norma cuando sea puesta a consideración en el recinto y seguramente ninguno hará un mea culpa de esta morosidad en transparentar la construcción jurídica, la que más de una oportunidad fue puesta en tela de juicio, en particular cuando las votaciones se hacían a mano alzada.

Precisamente, esta medida fue el primer paso de este cambio de conducta, que ahora toma otra envergadura con este proyecto de Balestrini, que de concretarse permitirá que el ex intendente de La Matanza se lleve los laureles de ser quien marcó un antes y después en la historia de la Cámara baja, como no se cansan de repetir sus voceros y allegados, los que destacan el perfil bajo de la presentación ya que el hombre estaba en esos momentos en España integrando la comitiva oficial del presidente Kirchner.

Sólo resta esperar que no sea una promesa más de esas que luego quedan en el olvido.