Cristina Fernández se mostró convencida de que ganará el próximo domingo y admitió que nunca se imaginó que iba a ser presidenta. Lo hizo en el marco de nuevas entrevistas concedidas en las que habló de política, de la oposición y hasta de sus gustos musicales, el matrimonio gay y el aborto.
La candidata presidencial siguió su raid mediático, accediendo esta vez a sendos reportajes a emisoras de Daniel Hadad, Radio 10 y la Mega, concedidos a Oscar González Oro y Beto Casella, respectivamente.
De cara al futuro y respecto a las cosas que faltan en el país, la senadora Kirchner reiteró que falta consolidar un "régimen de pleno empleo" en el país junto con la creación de "mayor y mejor trabajo".
“No se pueden hacer en un solo período de gobierno", aclaró la senadora.
Al ser consultada sobre su carácter, señaló que es fuerte y que tiene "convicciones" que defiende "con los mejores argumentos".
"Yo no soy una persona que adjetivo. Cuando hablo lo hago con números, con datos, con cifras, con hechos. Hay demasiada adjetivaciòn flotando en el aire en la República Argentina", enfatizó.
Por otra parte, Cristina Fernández dijo que espera terminar un eventual mandato con "menos pobreza, más trabajo, más industria, más exportaciones, más Marca Argentina".
"Sueño con la Marca Argentina en el mundo", enfatizó la primera dama, quien también se pronunció a favor de promover el turismo.
Respecto a la aparente apatía de la gente respecto a las elecciones del domingo, se pronunció de manera contraria. “Cuando uno recorre el país, ve tranquilidad, a diferencia de otros momentos" electorales.
Se quejó también de una "campaña sucia" de algunos sectores en su contra y advirtió que en ese marco "llegaron a decir que yo no era abogada".
"¿Por qué nadie habla de ´campaña sucia´ cuando el objeto de los ataques, de los insultos y de los agravios somos nosotros?", remarcó.
En materia de créditos, la primera dama reiteró que a los bancos les está yendo muy bien y anticipó que en caso de ganar el domingo va a "discutir fuertemente" con esas entidades con el objeto de potenciar el crédito. “No a los gritos, porque creemos que podemos trabajar muy bien”, aclaró la senadora.
La primera dama sostuvo que las entidades crediticias "están muy por abajo del promedio histórico en materia de financiamiento del PBI: antes de la crisis estaban en 23 ó 24 por ciento. Ahora estamos en el 11 por ciento, y de este porcentaje solo un 2 ó 3 por ciento se destina a producción e inversión".
Señaló Cristina que los bancos "han devuelto todos los redescuentos, han recuperado muy buena rentabilidad y les está yendo muy bien, porque están sólidos y con liquidez".
La senadora se refirió de esta manera a lo que consideró un tema clave de lo que sería su gobierno: el acceso a la vivienda. Es que si bien aclaró, obviamente, que su esposo se había ocupado del tema durante su gestión, admitió que el problema está en "el segmento de la clase media que no entra en el target del plan social que necesita financiamiento".
Pero no sólo de temas políticos y económicos habló la primera dama. También accedió a hablar de aborto, drogadicción y matrimonio gay.
Cristina Fernández reiteró su postura contraria al aborto, aunque –cuestión de no cerrar puertas a eventuales votantes- dijo aceptar a quienes piden la despenalización, debido a que "muchas veces se estigmatiza a los que opinan diferente para desacreditarlos".
Al respecto, consideró que no cree que los que impulsen la despenalización del aborto estén en rigor a favor del mismo. Ella, por su lado, aclaró que siempre estuvo en contra.
“No creo que los que abogan por la despenalización del aborto estén por el aborto, sería una reducción", explicó.
Apuntando a otros eventuales votantes, defendió también "la libertad en la elección sexual" y evaluó que la posibilidad de habilitar el matrimonio gay "será un tema que debatirá el Parlamento".
"Será un tema que debatirá el Parlamento. No es una cuestión que deba debatirse en el ámbito del Poder Ejecutivo", evaluó Cristina. En ese marco, se pronunció a favor de "la libertad en la elección sexual en la Argentina y en el mundo".
Recordemos que la última semana la senadora kirchnerista Vilma Ibarra presentó un proyecto en ese sentido.
Al referirse a las relaciones que tendrá con la Iglesia, la primera dama dijo que la misma será normal y dentro del marco institucional.
Enmarcó la relación que mantendría con la Iglesia en caso de ganar las elecciones en "la relación institucional que tenemos como un país que sostiene el culto católico apostólico y romano".
Aseguró también que le gusta mucho "lo ecuménico" y recordó que recientemente en un acto en Mendoza, su compañero de fórmula, Julio Cobos, invitó a un acto a un sacerdote católico y un pastor evangélico. "Hablaron los dos y me encantó esa cosa ecuménica, que refleja un poco la realidad de los argentinos", expresó.
De todos modos, aclaró que "hace mucho" que no va a misa, pero aseguró que cree en Dios y confió que su mamá Ofelia es devota de la Virgen de Luján y de la Rosa Mística.
En tren de dialogar sobre esos temas, contó que el arzobispo de Luján-Mercedes, monseñor Rubén Di Monte, les envió de regalo un cuadro con una fotografía "impresionante" sobre la basílica y la plaza de Luján el día de la nevada del 9 de julio de este año.
"El cuadro venía con una dedicatoria al Presidente, diciéndole que después del que había construido la basílica, Kirchner era el hombre que más había hecho por la basílica de Luján, un lugar absolutamente emblemático para los argentinos, ya que es la patrona de los argentinos".
También habló del tema drogas, aclarando que nunca fumó marihuana.
La candidata presidencial kirchnerista salió al cruce de las críticas hacia su vestimenta y su aspecto físico, al acusarlos de tener un "machismo contenido", advirtiendo que no va a disfrazarse de pobre.
Cristina señaló en tal sentido que "nunca me gustó disfrazarme de lo que no soy, ¿tendría que disfrazarme de pobre para ser una buena dirigente política?", atribuyendo las críticas contra su imagen a "cierto grado de misoginia".
La senadora afirmó que recibe cuestionamientos en ese sentido de gente a la que "le gustaría" afirmar de ella que "es tonta o no sabe lo que habla".
Reiteró sobre su aspecto físico que "yo siempre me arreglé y me pinté como una puerta", ironizó la primera dama, quien consideró que aún hay que "pagar un piso por ser mujer", y consideró que "no" es un pecado tener dinero "en tanto y en cuanto no se lo haya robado y se lo haya ganado con talento y trabajo", al tiempo que evaluó que en el país rige la idea de "no perdonarnos el éxito".
Agregó que nunca se hizo cirugías estéticas y aseguró poder exhibir la ausencia de cicatrices”.
De todos modos, no las descartó, pero anticipó que "posiblemente" se las realice "cuando se caiga la cara" y se vea "horrible".
"No critico al que se las hace. Vive y deja vivir", señaló la legisladora y candidata.
Se reveló muy cinéfila y contó que la última película que vio fue Apocalipto, de Mel Gibson.
Al hablar de música, señaló que le gusta el rock nacional, citó a bandas como Bersuit y Los Piojos, aunque aclaró que, para ella, “Sui Generis es lo más”.