El recinto de la Legislatura porteña fue escenario propicio para blanquear el amor que los une desde hace algún tiempo. No podía ser de otra forma porque los latidos del corazón cobraban fuerza en ese ámbito, pese a estar en bancadas diferentes y por qué no decirlo enfrentados ideológicamente; pero la fuerza del amor pudo más y derrumbó las barreras y prejuicios.

Con un beso en pleno recinto el kirchnerista Diego Kravetz y la macrista Soledad Acuña dejaron claro lo que era un secreto para la mayoría, pero no para los íntimos.
Mas allá de las obvias cargadas, Diego y Soledad disfrutan de vivir el amor. Está bueno que se amen…