Avanzará nomás el Acuerdo del Bicentenario promovido entre otros por el senador Miguel Angel Pichetto, y bien visto por el ala más política del Gobierno. Pero avanzará de manera acotada, no tan amplia como promovían sus impulsores, sino que estará restringido al ámbito legislativo. Algo es algo.

Así pudo saberse al cabo de una serie de reuniones de alto nivel, de las que participaron las principales espadas del Gobierno y las máximas autoridades legislativas del Pro.

Estuvieron, entre otros, el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; la vicepresidenta Gabriela Michetti, el senador Federico Pinedo, y el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. También estuvo el exjefe del radicalismo Ernesto Sanz.

En carpeta estuvo el análisis de si se debía avanzar en un acuerdo decidido con el peronismo no kirchnerista, representado por los gobernadores y los senadores alineados con Miguel Pichetto; echar mano a un Acuerdo del Bicentenario, o bien avanzar con negociaciones puntuales como hasta ahora.

Previsiblemente, las resistencias hacia la opción de un acuerdo global con el peronismo estuvieron representadas en el ecuatoriano Jaime Durán Barba y el jefe e Gabinete. Según la agencia estatal Télam, Gabriela Michetti, Federico Pinedo y Ernesto Sanz sugerían establecer un acuerdo amplio, mientras que Frigerio y Monzó expresaban una postura intermedia.

Por lo que pudo saberse, la resolución final consistió en avanzar con un acuerdo que no implique actos solemnes, y que más bien se circunscriba a un perfil bajo. Que esté acotado al ámbito parlamentario, a partir del cual se pueda evitar tener que hacer concesiones constantes en el marco del debate de cada ley.

Por orden del presidente, el acuerdo deberá estar sellado en las próximas semanas, antes del 9 de julio.