“El gobierno está actuando de buena fe, de eso estoy segura. Puede ser que alguno no la tenga, que haya ineptitud, incapacidad en algunos casos, pero puedo dar fe de la buena fe de Macri”, sostuvo anoche Elisa Carrió en una entrevista en la que hizo un balance “muy positivo” del gobierno, y ponderó la inversión social que se está haciendo, que vinculó con la necesidad de obtener “gobernabilidad”.

Elisa Carrió cargó contra el peronismo por el freno a la reforma electoral, acusándolos de estar “preocupados por la transparencia, pero no aprueban el voto electrónico porque quieren mantener el fraude”. No obstante, se mostró esperanzada en que la situación “se va a dar vuelta, todavía no se rechazó”.

“Hay que poner nombre y apellido a los que quieren mantener el fraude -insistió-. Creo que Macri va a lograr la transparencia”. Luego remarcó las ventajas que tiene la boleta electrónica para “los partidos que no tenemos recursos”, y puso como ejemplo que “a mí me han robado la elección de 2007, robándome boletas”.

En ese marco cargó contra Máximo Kirchner, por su oposición a la reforma electoral, señalando que “es hijo de una cultura de corrupción. Es ridículo lo que dice, pero es para mantener el fraude a costa de la democracia. Es una forma de delincuencia moral y política”.

Entrevistada por Jorge Lanata en el último programa de esta temporada de Periodismo Para Todos, Carrió abogó por “salir del fascismo xenófobo en el que está entrando el mundo y nos pretendió (hacer) entrar Cristina. Hay que salir por delante de lo que sucede en la humanidad”.

La diputada nacional sostuvo que “en el Parlamento ese vidrio se rompió: Yo hablo con todos, no tengo rencor, pese a que no me trataron un solo proyecto, sino que me los copiaban”, y citó en ese sentido a Sergio Massa. No obstante insistió en que “la vida en el Parlamento volvió a ser republicana, se aceptan modificaciones. Hay una generación joven muy interesante”.

“Cristina no es nadie -señaló muy drástica ante la consulta puntual sobre la expresidenta-. Creo que todos somos nada y el problema es creerse algo”, pero alertó por “esta ola fascista que viene en el mundo es terrible. Siempre hay un dejo fascista en la sociedad argentina, y ella lo expresa. Puede ser de izquierda o de derecha”.

¿Cristina presa? “Yo quiero que haya justicia y devolución del dinero”, pero advirtió que “los jueces son cobardes. Seguro que van a mirar la elección de este año y la gobernabilidad. La amenaza, el miedo a la vuelta del PJ es el miedo a que vuelva el monstruo y te castigue. El macho cruel, y que seas dilapidado”.

Respecto a la marcha del gobierno, admitió que “no estamos avanzando lo suficiente. Habría que tener mayor voluntad”. Empero, señaló que “si comparás este fin de año con el anterior, estamos en la gloria. No podés pedirle a un gobierno que cambie un saqueo de diez años en dos días. Eso me parece injusto”.

Sostuvo que “sin justicia ni verdad no puede funcionar el país”, pero aclaró que “ese compromiso se mantiene desde el gobierno”. Por otra parte, reiteró sus críticas hacia el titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, al que acusó de haber falsificado un documento.

Luego de haber denunciado a funcionarios del ministro de Energía, aclaró que tiene una buena relación con Juan José Aranguren. “Ahora, si hay funcionarios incompatibles, es así… No hay que confundir amistas con complicidad”. Aclaró, no oobstante, que “el no cometió un delito”, y comparó la situación con el titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, que demostró su honestidad en la justicia y volvió a sus funciones. “Lo importante es que Cambiemos llegue a ser un gobierno transparente”, remarcó.

Respecto de Daniel Scioli, aseguró que lo quiere mucho, porque “he sido compañera de banca, me di cuenta que era lo que era. Me dio mucha pena la vida de él y la de Karina, porque el dinero, el poder, los mató como personas”. Contó además que el exgobernador la llamó cuando estuvo enferma. “Pero si se robaron la provincia, se la robaron -aclaró-. Hay que distinguir en la República lo que es la amista y lo que es la justicia”.

Negó haberse peleado con Ernesto Sanz, de quien aclaró que “ya no representa al radicalismo”. Empero, aclaró que “nunca fui su amiga, sí de Mario Negri y mucha gente entrañable”.

Sobre su relación con el Presidente, dijo que “es mentira que nos llevamos mal, y que tenemos largas conversaciones. Con un ingeniero no se puede”, dijo riendo, pero insistió en que “tenemos un enorme afecto. Sabe que (las críticas) no las hago de mala fe, y él sabía que yo era así. Amo mucho más la verdad que los cargos y mi suerte personal”.

Insistió en trazar un balance “muy positivo”. Señaló que “la Cámara de Diputados pensé que iba a estar mucho más trabada. Se sacaron muchas leyes por unanimidad. Hay otra Cámara”.

“No es una presidencia al estilo autoritario que solo se tratan los proyectos presidenciales -agregó-. Veo mucha gente extraordinaria en Cambiemos”. Y expresó luego su preocupación por el tema de los aportes patronales.

Aseguró que “este Gobierno está haciendo más inversiones en lo social que lo que hizo Cristina, porque además va directo a la organización”. Resaltó el papel de la ministra Carolina Stanley, como así también el de María Eugenia Vidal en la provincia.

“Cuando te robaron la casa no podés poner la casa como estaba el día anterior”, señaló en otro pasaje, y admitió que “dentro de esto se ha obtenido gobernabilidad. Diciembre era la última oportunidad que tienen los gurkas reaccionarios para voltear al gobierno, que hace lo correcto para obtener gobernabilidad”. En ese sentido, dijo que no le preocupa el déficit fiscal si ese para obtener gobernabilidad.

Sobre el presidente aseguró que su relación con él “ha sido más franca que con otros. Porque los presidentes no te dicen todo. A él lo respetoy lo quiero”, remarcó.

Sobre el tema Ganancias, reconoció el cambio del Gobierno, que retrotrajo el 45% que iba a poner a los sueldos más altos, que consideró “una locura”. Señaló que el mínimo no imponible “se va a actualizar; al Gobierno le encantaría sacarlo, pero el problema son los gobernadores de provincias”.

Al respecto, señaló que lo que hace Sergio Massa en ese sentido “es demagogia pura, porque la imposibilidad del gobierno no es por presupuesto, sino para no dejar sin los sueldos a las provincias”.

Del Gobierno ponderó a la canciller Susana Malcorra, de quien dijo que “es una mujer inteligente y se qued como canciller”. Y consideró “excelente” al vicejefe de Gabinete Francisco Quintana. “Hay cabezas; hay cabezas más duras y más blandas”.

“Aranguren es divino, pero es cabeza dura como él solo”, reconoció.

“A veces sueño ser jue anti mafia un año. Hay que crear una agencia de inteligencia criminal en la Argentina, con gente especializada; una unidad antiterrorista seria, preparar jóvenes y eliminar la SIDE”, promovió.