La senadora nacional Magdalena Odarda (Frente Progresista CC ARI), presentará un proyecto de declaración expresando el rechazo al acuerdo firmado entre el presidente de la Nación y su par chino Xi Jinping, para la construcción de dos centrales nucleares, una de las cuales se instalaría en la provincia de Rio Negro, en cercanías a Sierra Grande.

Afirmó que “las organizaciones sociales y ambientalistas de la Patagonia y del resto del país, se oponen y se encuentran en estado de alerta debido a la posible construcción de estas centrales nucleares cuyo insumo principal será el uranio que, a su vez impulsará la actividad minera extractiva. En un caso como en el otro, tanto el desarrollo nuclear como la minería de uranio, tienen consecuencias devastadoras desde el punto de vista socio-ambiental.”

A su vez, dijo que solicitará una consulta popular vinculante para que la población pueda expresar su opinión respecto a esta central. Cabe recordar que la ciudad de Sierra Grande, así como otros municipios rionegrinos, cuenta con ordenanzas que la declararan “Zona No Nuclear” anticipándose de esta forma a la intención de desarrollar este tipo de energía de alto riesgo.

De esta forma, la senadora rionegrina, acompaña el reclamo de CTA Rio Negro que expresó su oposición al proyecto y solicitará una consulta pública.

Afirmó en el proyecto que “es muy amplia la cantidad de estudios que demuestran los peligros de las centrales nucleares y su principal dificultad, los residuos que genera. La energía nuclear tiene como característica que todo accidente o desastre implicará la contaminación durante siglos del agua superficial y subterránea, de la tierra y del aire. Los seres vivos sufren una afectación directa por las emisiones al ambiente y por la ingestión de alimentos contaminados, provocando enfermedades que se transmiten a las generaciones futuras. Aun en aquellos países muy industrializados y con una tecnología de punta, no ha sido posible evitar los accidentes nucleares y las consecuencias que conlleva.”.

“El accidente de Fukushima, el segundo más grave de la historia tras Chernobil, recordó al mundo que la energía nuclear es peligrosa. Por otra parte, ni siquiera un país como Japón puede evitar un accidente como este ni vencer los enormes desafíos que supone la contaminación radiactiva del agua y del territorio.”

Aseveró que “nuestro país, pone en riesgo seriamente a la población si avanza con los proyectos de desarrollo de Centrales nucleares, cuando se dispone de otras posibilidades de producir energía de forma más sustentable a través de la energía eólica y solar”.