Los números para echar a Julio De Vido de la Cámara de Diputados no les alcanzan a quienes impulsan esa drástica medida. Conforme se aproxima el día D para tal decisión, el oficialismo verifica que a medida que van expidiéndose las diferentes bancadas, cada vez se aleja más de los dos tercios necesarios para conseguirlo. Sin embargo a muchos de los que se niegan a votar el dictamen que se aprobará este martes les resulta aun más incómodo aparecer en la planilla final votando a favor del exministro. Esto es, votando la negativa.

La salida parece ser la abstención, cuando no la ausencia. El tema es que son dos cosas bien distintas, pues la abstención, en la práctica, obra como un voto negativo. Los que quieren echar a De Vido necesitan dos tercios de los diputados presentes, y para lograrlo solo cuentan los votos afirmativos. En cambio los negativos y las abstenciones suman de igual manera como contrapeso.

Atento a que votos decisivos como los de la izquierda, y probablemente los puntanos de Compromiso Federal, entre otros, apelen a la abstención, el presidente del interbloque Cambiemos, Mario Negri, anticipó este sábado la movida que llevarán el miércoles a la sesión especial: “Cada legislador deberá ser responsable de lo que haga en el recinto cuando se vote la exclusión del diputado Julio De Vido. Estamos ante un caso en el que no se debe autorizar abstenciones”.

“El cuerpo por mayoría simple debe definir si se autorizan o no las abstenciones. Alguno puede pensar que la abstención le servirá para no comprometerse en una decisión de esta trascendencia, pero acá se vota a favor de la exclusión de De Vido o en contra. En el caso de Luis Patti, la Cámara no autorizó las abstenciones de acuerdo al procedimiento que estable el reglamento de Diputados”, sostuvo Negri.

La estrategia del oficialismo tiene un doble objetivo. Forzar tal vez a quienes quieren abstenerse a ausentarse, con lo que favorecerían la expulsión del diputado, o bien dejar claramente establecido quiénes son los que lo salvan.

Ante ello, el kirchnerismo ya se puso en guardia. La secretaria parlamentaria del bloque, María Teresa García sostuvo que “cuando teníamos mayoría nunca prohibimos las abstenciones, no existen antecedentes”. Lo cual no es cierto. Tal cual señaló Negri en declaraciones radiales, el antecedente fue el desafuero de Luis Patti.

Según pudo verificar parlamentario.com, en efecto, el presidente de la bancada Frente para la Victoria rechazó en esa oportunidad autorizar las abstenciones. Ocurrió en la sesión del 23 de abril de 2008, que terminó pasada la medianoche. Sobre el final, el diputado nacional del radicalismo Rubén Lanceta anticipó que “algunos diputados de nuestro bloque vamos a abstenernos en la votación, para lo cual pido autorización, porque no queremos ser cómplices de ningún resquicio judicial que se presente en el futuro”.

La diputada Diana Conti puntualizó a continuación que “las abstenciones también son nominales, de manera que no se puede decir ‘algunos’, sino que hay que individualizar qué diputadas y diputados se abstendrán”. Fue cuando el presidente del bloque radical, Oscar Aguad, se encolumnó junto a su correligionario Lanceta: “Este bloque pide autorización para que se abstengan algunos de sus miembros”.

“Señor presidente: no autorizaremos las abstenciones y votaremos por la negativa”, anticipó el presidente del entonces oficialismo, Agustín Rossi. El presidente del Cuerpo, Eduardo Fellner llamó a votar si se autorizaba la abstención de los diputados, y el resultado fue negativo. “No se autorizan las abstenciones y se considerarán como votos negativos”, concluyó el legislador jujeño.

“Señor presidente: la verdad que es lamentable…”, reprochó Aguad.

Volviendo al presente, desde el Frente Renovador, que junto al oficialismo promueve la expulsión de De Vido, se mostraron contrarios a prohibir las abstenciones como sugieren desde el oficialismo. Y en efecto, en aquella sesión de 2008 la diputada Graciela Camaño -por entonces miembro del bloque FpV- expuso sus reparos. En primer lugar, había aclarado que “en esta votación la abstención obra como un voto negativo. Por eso le voy a solicitar respetuosamente que haga cumplir el reglamento de la Cámara, que en su artículo 197 establece que ningún señor diputado podrá dejar de votar sin autorización del cuerpo”. Y luego de que no se autorizaran las abstenciones, Camaño expresó su desacuerdo: “Con las disculpas del caso, creo que corresponde que cada diputado en forma individual solicite la autorización del cuerpo para abstenerse. En rigor, el voto es una de las atribuciones individuales que tiene cada legislador”.

La respuesta de Fellner fue que eso ya había sido puesto a votación y no se habían autorizado las abstenciones. “En consecuencia, se considerará que el diputado que no vote se ha pronunciado por la negativa”, cerró el presidente de la Cámara.

“Debe ser la primera vez en la historia de la Cámara de Diputados de la Nación que no se autorizan las abstenciones. Obviamente esto cambia muchísimo las cosas que en adelante se tendrán que resolver en este cuerpo. Es una falta de consideración que históricamente nunca ha sido cometida por un bloque contra otro”, advirtió Oscar Aguad.

Rossi dio entonces su argumentación: “Lo que intentamos transmitir es que cuando se requieren los dos tercios de los votos de los presentes la abstención y el voto por la negativa son exactamente lo mismo. La abstención no contribuye a reunir los dos tercios de los votos de los presentes. Por eso, queremos decir a los diputados que se abstendrán que la abstención es un voto negativo en virtud de que no se requiere una mayoría simple sino una especial de los dos tercios de los votos de los presentes. En suma, lo que pretendemos transmitirles es que no tiene sentido alguno abstenerse porque tiene el mismo efecto que el voto negativo”.

El desafuero de Patti, votado a continuación, tuvo 196 votos por la afirmativa y 9 por la negativa.

Como están las cosas, si el Frente Renovador no acompaña el pedido del oficialismo, la moción de no autorizar las abstenciones no será aprobada.