A través de una carta abierta al presidente, el diputado Buryaile reclamó “una política seria antiinflacionaria en lugar de poner como enemigos número uno a los productores del campo”.
El ex ministro de Agroindustria Ricardo Buryaile, actual diputado nacional por Formosa del bloque UCR y del interbloque JxC, decidió responder por escrito a las amenazas que hizo el primer mandatario del país Alberto Fernández a los productores agropecuarios, quien advirtió este domingo sobre la posibilidad de instaurar nuevamente cupos a las exportaciones y subir las retenciones.
Lo hizo a través de una carta abierta publicada en Facebook, donde el legislador responsabilizó al presidente de endilgarles a los productores la inflación y amenazarlos con instaurar cupos a las exportaciones o subir las retenciones, pero desconoce -apuntó- que “los productores no tienen capacidad real de influir en el precio final que pagan los consumidores. Nunca la amenaza puede ser una invitación al diálogo”.
“Presidente, usted les pide a los productores que presenten una propuesta de desacople de precios, ignorando cómo funcionan las cadenas de valor, es decir cómo se forman los precios desde el productor primario hasta el consumidor final. Sería bueno que entienda que el desacople de precios al que usted hace referencia en un diario está dado en primer lugar por el desdoblamiento cambiario entre el dólar oficial y el dólar MEP. Un productor argentino, en el caso del trigo y del maíz, recibe un 50 por ciento menos en pesos de lo que recibe un productor de Paraguay, Brasil o Uruguay. En el caso de la soja los productores argentinos reciben un tercio de lo que reciben los productores de los otros países de la región”, señaló Buryaile.
El exministro de Cambiemos sostuvo que “los productores agropecuarios no son formadores de precio, son tomadores de precios, no hay cartelización en este rubro porque se multiplica por miles los productores a lo largo y a lo ancho del país. ¿Cómo puede pedirle al primer eslabón que determine el precio que paga el consumidor cuando ni siquiera puede incidir en el propio precio al que vende su producción?”.
Agregó Buryaile que “el productor agropecuario no tiene capacidad de influir en los impuestos nacionales y provinciales, en el precio del transporte y mucho menos en las utilidades que reciben los intermediarios y supermercadistas”.
“Antes de hablar y lanzar estas amenazas, presidente, usted debería saber cuál es la incidencia del valor al que los productores venden sus productos sobre el precio que el consumidor paga en los supermercados. En el caso del valor del trigo, éste tiene una incidencia de solo el 10 por ciento sobre el precio del pan, en el caso del maíz la incidencia en el precio de la carne vacuna es de entre el 15 y 22 por ciento y en el precio de la carne aviar es del orden del 20 por ciento”, detalló Buryaile, quien cuestionó al mandatario por pedirles a “quienes no controlan entre el 80 y 90 por ciento de la cadena de valor que sean los responsables de fijar el precio final de los productos. Usted sabe que esto es imposible. Solo está escondiendo la intención de recaudar 400 millones de dólares adicionales a los más de 10.000 millones de dólares que va a recaudar en 2021 por las retenciones”.
Para Buryaile, restablecer los cupos de exportación significará “volver a la política de la tristemente famosa ONCCA-Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario, que reinó durante el kirchnerismo y que fue un antro de discrecionalidad y corrupción”. Y agrega que “esta política ya fracasó y a los únicos que benefició fue a los grandes exportadores, es como poner a un zorro a cuidar un gallinero, porque lo primero que sucede cuando se establecen cupos es la depresión de los precios internos, lo que lleva a los productores a mal vender sus productos a los exportadores quienes, cuando logran acceder a un cupo, venden todo a precio pleno. Mientras existió la ONCCA, los exportadores tuvieron una utilidad de un tercio extra a cuando ésta no existía”.
Buryaile concluye reclamando “una política económica, fiscal y monetaria seria para luchar contra la inflación en lugar de poner como enemigos número uno de la sociedad a los productores agropecuarios”.