El proyecto estuvo cerca de llegar al recinto a fines de 2021, pero esa sesión terminó cayéndose y la iniciativa perdió estado parlamentario. Ahora insisten desde el oficialismo.
Por Lourdes López
La Ley de Gestión Integral de Envases en Argentina es una iniciativa legislativa que tiene como objetivo regular y promover la gestión responsable de los envases, con el fin de reducir el impacto ambiental generado por estos materiales y fomentar la economía circular. Conscientes de los desafíos que representa la generación y el manejo de los envases, se ha propuesto esta ley para establecer un marco normativo que impulse prácticas sostenibles en el ciclo de vida de los envases.
Uno de los objetivos de la norma -vuelta a presentar el 14 de junio pasado por la diputada oficialista Natalia Zaracho- es la reducción de residuos de envases, fomentando la adopción de diseños eco-eficientes, la utilización de materiales reciclables y la implementación de estrategias de prevención de la generación excesiva de envases innecesarios.
También otro de los puntos centrales es promover y facilitar la implementación de sistemas de recolección selectiva y reciclaje de envases, incentivando la creación de infraestructuras adecuadas para su tratamiento y estableciendo metas de reciclaje ambiciosas.
La ley establece la responsabilidad compartida entre los diferentes actores involucrados en el ciclo de vida de los envases, incluyendo fabricantes, importadores, distribuidores, consumidores y gestores de residuos. Cada uno de ellos debe asumir su rol y contribuir activamente a la gestión adecuada de los envases.
“La iniciativa se basa en el principio de la responsabilidad extendida del productor, que implica que los productores deben financiar el tratamiento de sus envases”, dijo Sergio Federovisky viceministro de Ambiente al defender la iniciativa, y remarcó: “La tasa no es un impuesto, es una tasa”.
La importancia de la educación ambiental y la concienciación de la población en relación con la gestión responsable de los envases. Se promoverán campañas de información para fomentar la reducción, el reciclaje y el consumo responsable.
Con la implementación de sistemas de depósito y retorno: Se establecerán sistemas de depósito y retorno para envases de bebidas y otros productos, incentivando a los consumidores a devolver los envases y promoviendo su reutilización o reciclaje.
A su vez, se impulsará la creación de infraestructuras adecuadas para el tratamiento y reciclaje de los envases, incluyendo plantas de reciclaje, centros de clasificación y puntos de recogida selectiva.
La ley establecerá metas de reciclaje progresivas para los diferentes tipos de envases, con el objetivo de aumentar gradualmente los índices de reciclaje y reducir la cantidad de residuos destinados a la disposición final.
“Sumamos aportes de empresas, sindicatos y diputados. Lo está defendiendo el sector y da una discusión más profunda. Esto no es una ley cualquiera, necesitamos una ley con consenso y que se pueda implementar”, dijo Natalia Zaracho, diputada del Frente de Todos.
Se promoverá la transición hacia un modelo de economía circular, incentivando la reutilización de envases, la incorporación de materiales reciclados en la fabricación de nuevos envases y la adopción de prácticas de diseño sostenible.