El líder de La Libertad Avanza se impuso en el balotaje con el 55% de los votos, frente al ministro de Economía y candidato oficialista, Sergio Massa. En su discurso habló de “fin de la decadencia” y anticipó que “no hay lugar para gradualismos”.
Con un contundente triunfo, que se conoció en los centros de campaña incluso antes que salieran los resultados oficiales, Javier Milei se convirtió este domingo en el nuevo presidente de Argentina, tras obtener en el balotaje un 55,69% de los votos, de acuerdo al 99,28% de las mesas escrutadas en el escrutinio provisorio.
El líder de La Libertad Avanza, diputado nacional desde 2021, y quien en solamente dos años ha logrado lo impensado e inédito en la historia del país, habló desde el Hotel Libertador cerca de las 22. Presentado por su hermana Karina, a quien apoda “el jefe”, el libertario subió solo al escenario.
“Muchas gracias a todos los que vinieron y a los que hicieron que todo esto sea posible. Gracias al equipo que viene trabajando hace dos años para transformar la Argentina y para lograr el milagro de tener un presidente liberal libertario, muchas gracias”, arrancó su discurso.
Milei aseguró que “hoy comienza el fin de la decadencia argentina. Hoy empezamos a dar vuelta la página de nuestra historia y volvemos a retomar el camino que nunca deberíamos haber perdido”.
Luego de un reconocimiento especial a Mauricio Macri y Patricia Bullrich, quienes desde el Pro se encolumnaron detrás de él luego de la derrota de Juntos por el Cambio en octubre pasado, Milei advirtió que “los cambios que Argentina necesita son drásticos, no hay lugar para el gradualismo, para la tibieza, para medias tintas. Si no avanzamos rápido con los cambios estructurales que se necesitan nos dirigimos derecho a la peor crisis de toda nuestra historia”.
Por su parte, Sergio Massa, ministro de Economía y candidato oficialista, reconoció la derrota temprano y remarcó: “Los argentinos eligieron otro camino y desde mañana la responsabilidad, la tarea de dar certezas, de transmitirle garantías sobre el funcionamiento político, social y económico de la Argentina, es responsabilidad del nuevo presidente, del presidente electo y esperamos que así lo haga”.
Minutos después circuló el rumor de que se pediría licencia como ministro, pero luego fue descartada. Massa, que cosechó un 44,30% de los votos, habló de que el traspaso se hará entre Milei y Alberto Fernández, el presidente que estuvo ausente en la campaña y quien posteó en la red social X que espera una transición “ordenada”.
La derrota del peronismo en el segundo balotaje que se celebró en el país -el primero fue en 2015 entre Macri y Daniel Scioli– alcanzó a 21 provincias. Unión por la Patria sólo se impuso en tres distritos: provincia de Buenos Aires, de manera muy pareja, con una relación 51/49, cuando se esperaba desde el oficialismo una ventaja holgada; Formosa y Santiago del Estero, donde sacó casi el 70%.
En casi la totalidad del país se impuso La Libertad Avanza, incluyendo a provincias que renovaron este año sus gobiernos locales del PJ como La Rioja, Catamarca y Tucumán.
Con amplísima diferencia, Milei ganó en Córdoba por el 74%; en Entre Ríos por 62%; en Neuquén con 61%; en San Luis con el 68% y en Santa Fe con el 63%.
Además de no contar con gobernadores ni intendentes en el país, la fuerza de Milei encontrará como uno de los principales desafíos para llevar a cabo sus planes el Congreso de la Nación, cuya composición a partir del 10 de diciembre se definió en las elecciones de octubre.
La minoría con la que contará el próximo oficialismo será extrema: 7 senadores nacionales sobre 72 y 38 diputados sobre 257. Contando al Pro como aliado, podría alcanzar 13 voluntades en la Cámara alta y cerca de 80 en la baja. Los acuerdos que deberá lograr serán imprescindibles y, a partir de la reconfiguración que se abre en el mapa político, se pronostica que no podrá ser sin grandes esfuerzos.
