La exgobernadora y actual senadora nacional Alicia Kirchner presentó una iniciativa para que esos centros turísticos se mantengan vigentes para uso exclusivo para el turismo social.
El complejo de Chapadmalal.
La senadora por Santa Cruz Alicia Kirchner presentó un proyecto para que se declare a los complejos turísticos de Chapadmalal, en la provincia de Buenos Aires, y Embalse Río III, en Córdoba, de uso exclusivo para turismo social con criterios inclusivos y federales, y se evite la tercerización de estos espacios con otros objetivos. La gestión de Javier Milei dispuso el cierre de ambas unidades turísticas.
Ambos complejos hoteleros fueron construidos entre 1945 y 1951 por la presidencia de Juan Domingo Perón e impulsados por la Fundación Eva Perón con el objetivo de desarrollar el turismo social en todo el país.
Muchas generaciones de niños, jóvenes y adultos han visitado estos complejos como partes de delegaciones deportivas o estudiantiles dando la posibilidad de vacacionar, el intercambio cultural y conocer otros puntos del país.
“Tenemos un patrimonio nacional histórico que garantiza las vacaciones, encuentros educativos, deportivos y recreativos a los que menos tienen”, afirmó la legisladora nacional, que en el proyecto destacó que pensar al turismo desde una perspectiva de justicia social permite desarmar la idea de que vacacionar es exclusivo de las elites.
“El derecho al descanso, al tiempo libre, al acceso a paisajes naturales, son elementos que hacen a una sociedad más justa e igualitaria”, añadió Kirchner.
Asimismo, recordó que durante la gestión de Cambiemos, diez de los 16 hoteles quedaron fuera del sistema de turismo social, y en 2019, con el cambio de gobierno se elaboró un plan para recuperar el patrimonio histórico y la capacidad edilicia de los complejos. En 2023, más de 100 mil personas visitaron estas unidades turísticas, según detalló Alicia Kirchner.
Por último, la senadora manifestó su preocupación ya que la actual gestión dispuso el cierre a partir del mes de marzo y subrayó: “Nos embarga una profunda preocupación por el destino de los complejos, como así también de las partidas presupuestarias que garantizan al turismo social”.