La iniciativa incluye el desarrollo conjunto de un módulo para medir la huella de carbono organizacional, complementando la herramienta ambiental ya existente. Esta integración busca mejorar la gestión de recursos y posicionar al sector argentino en el escenario internacional con prácticas más trazables y eficientes.
La Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) y la Sociedad Rural Argentina (SRA) firmaron una alianza estratégica orientada a transformar la vitivinicultura nacional a través de herramientas de medición ambiental que permitan avanzar hacia una producción más sustentable, eficiente y trazable.
El eje central del acuerdo es la ampliación de la Calculadora de Huella de Agua y Carbono de la Vitivinicultura Argentina, desarrollada por COVIAR, a través de su unidad de Investigación, Desarrollo e Innovación (IDI), en colaboración con el grupo CLIOPE de la UTN Facultad Regional Mendoza y CONICET. Esta herramienta, verificada por SGS y lanzada en 2023, se verá complementada por un nuevo módulo para el cálculo de huella de carbono organizacional, a partir de la experiencia de la SRA en procesos de certificación.
Disponible de forma gratuita en el sitio del Observatorio Vitivinícola Argentino, la calculadora permite a productores y bodegas gestionar y reducir el impacto ambiental de sus operaciones utilizando datos simples.
El presidente de COVIAR, Mario González, sostuvo: “Este acuerdo nos permite unir esfuerzos para transformar la vitivinicultura argentina, incorporando tecnología y prácticas sustentables que potencien nuestra competitividad global en alianzas con actores protagónicos”.
El convenio establece lineamientos para el desarrollo conjunto de programas que faciliten la certificación bajo sellos como el Sello de Triple Impacto de SRA y el Sello Argentina Sostenible, en articulación con estándares internacionales y en línea con el Plan Estratégico Vitivinícola 2030 (PEVI) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Ambas instituciones trabajarán además en la promoción de incentivos económicos, financieros y comerciales, articulando con entidades públicas y privadas para facilitar el acceso a financiamiento verde y herramientas que impulsen la adopción de prácticas sustentables.
Entre los principales objetivos de esta acción conjunta se encuentran:
- Desarrollar una herramienta validada para medir la huella de carbono organizacional en el sector vitivinícola.
- Facilitar la incorporación de productores, bodegas y cooperativas a esquemas de certificación y mejora continua en sustentabilidad.
- Promover el reconocimiento comercial de productos vitivinícolas sostenibles en mercados nacionales e internacionales.
- Consolidar un ecosistema de servicios, financiamiento y premios orientado a acelerar la transición hacia una vitivinicultura con impacto positivo.
Con 199.946 hectáreas de viñedos en 18 provincias y 856 bodegas activas, Argentina se posiciona como octavo productor mundial de vino, noveno consumidor y undécimo exportador en volumen. En 2024, el sector alcanzó exportaciones por 933 millones de dólares, con un crecimiento del 15,3% en ventas totales. Se destacan aumentos del 75% en jugo concentrado de uva y del 82,3% en pasas, mientras que el vino fraccionado lideró los envíos.
La vitivinicultura argentina no solo es una de las principales economías regionales, sino también una embajadora de la identidad cultural del país en el mundo.