Javier Milei arranca su “segundo tiempo” presidencial con un Gabinete hecho a su medida: poder concentrado en Karina Milei y los primos Menem, mientras Santiago Caputo, el estratega de la campaña, queda relegado tras una pulseada interna que redefine la estructura del Gobierno.
En una jugada sorpresiva, Javier Milei iniciará su “segundo tiempo” en la Presidencia con un Gabinete nacional de incondicionales y a su medida, donde el poder político lo concentrará en su hermana Karina Milei y en los primos Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, y en Lule Menem, segundo en la Secretaría General de la Presidencia.
Cuando todo parecía que Milei iba a empoderar a Karina y al asesor propagandístico y comunicacional Santiago Caputo, la tenaz resistencia de la jefa de La Libertad Avanza y armadora de la estrategia electoral que le permitió ganar el 26 de octubre y engrosar el Parlamento, originó el “bochazo” al hombre que, según Milei, con una campaña “extraordinaria” le abrió el camino para llegar a la poltrona de Rivadavia en la Casa Rosada.
El problema era que Caputo iba a tener a cargo las riendas de la negociación política con los gobernadores y entonces se iba a “pisar” en esa tarea nada menos que con dos archirivales: los Menem, quienes lo acusan de filtrar en los medios los audios contra ellos que dieron lugar a la causa ANDIS y negocios con el Banco Nación.
Y Karina Milei no quiso saber nada con que también maneje oficialmente el proceso de privatizaciones de las empresas públicas. Para más, el ministro de Economía, Luis Caputo, a su vez puso el grito en el cielo cuando le dijeron que su sobrino Santiago le podía sacar el área de infraestructura.
Lo cierto es que al otrora poderoso asesor -en el primer año de gestión libertaria ofició de jefe de Gabinete en las sombras (citaba ministros a su despacho)- le ofrecieron un chupetín enorme y desde el viernes -cuando fue designado el vocero Manuel Adorni en la Jefatura de Gabinete- al domingo -en que Milei resolvió que Diego Santili sea ministro del Interior- se lo fueron sacando de a poco.
Hay dos hechos irrefutables, según supo parlamentario.com: a Adorni le habían avisado que podía ser jefe de Gabinete ya cuando lo ungieron primer candidato a diputado porteño para la elección de mayo, y lo mismo ocurrió con Santilii cuando hicieron en “cambiazo” de urgencia con el defenestrado José Luis Espert en octubre.
“Poné la cara vos que te vamos a premiar”, le dijeron al “Colorado” Santili en la Casa Rosada cuando quedó al frente de la lista de diputados de La Libertad Avanza, en una remontada que parecía imposible y al final resultó épica.
Ahora, los empoderados son los Menem, quienes sufrieron un fuerte embate político y mediático especialmente con las revelaciones del extitular de la ANDIS Diego Spagnuolo, de cobrar presuntas coimas en el área discapacidad.
Habrá que ver ahora si Santiago Caputo conserva su cuota de poder en áreas estratégicas de la gestión, como la SIDE y ARCA -exAfip- o si le quitan esos “caramelos”.
Mientras tanto, Karina –“La jefa” para Milei- manejará la gestión y el partido con los Menem, y ya tienen planes para llevar al presidente a varias provincias a la vuelta de su nuevo viaje a Estados Unidos.
El que recobra mucho poder es Lule Menem, la llave maestra en el Gobierno para llegar a Karina, y el primer tamiz siempre de los sondeos a los gobernadores.
Es sabido en Casa Rosada que cuando un mandatario provincial llega para ver a un funcionario, sea quien sea, primero se dirige a la pequeña oficina del funcionario/mano derecha de Karina, ubicada en el primer piso, cerca de la cafetería y la Sala de Periodistas.
Por de pronto, la foto oficial mostró a Santiago Caputo este lunes en la Casa de Gobierno con una evidente sonrisa forzada, con el resto del nuevo Gabinete, en un lateral, al lado del promovido Santilli.