El vocero estará bajo el ala de Karina Milei, con la misión de reordenar la estructura interna del Gobierno y consolidar el poder de “La Jefa” tras el triunfo legislativo. Su llegada marca el fin de la era Francos y el inicio de una purga violeta en la administración pública.
El vocero Manuel Adorni asumirá este miércoles como jefe de Gabinete, como claro alfil de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, quien la primera tarea que le encomendó será la de pasar la escoba y pintar de ultravioleta la poderosa estructura de la oficina encargada de gestionar la administración pública.
“La Jefa”, como le dice el presidente Javier Milei, tendrá desde mañana el control político total del Gobierno, que le cedió su hermano tras el sorprendente y apabullante triunfo sobre el peronismo en las elecciones legislativas, incluido el estratégico distrito bonaerense.
El primer cometido es pasar la escoba violeta por la enorme estructura de la Jefatura de Gabinete, con más de 200 cargos, entre subsecretarios y directores, y los que peligran entre otros son José Rolandi, segundo de Guillermo Francos, y José Luis Vila, especialista en inteligencia.
“La idea de Karina es uniformar la estructura para que haya unidad de criterios: no quiere vestigios de los anteriores jefes de Gabinete (Nicolás Posse y Guillermo Francos), ni del asesor y hoy archienemigo Santiago Caputo”, explicaron en la Casa Rosada a parlamentario.com.
También están en duda y con un pie afuera el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli -no es del agrado de Karina- , y el presidente Milei es el único que lo puede salvar.
Adorni aclaró que conservará el puesto de vocero, aunque al parecer se dejará de lado el formato de conferencias de prensa diarias (al principio del Gobierno), semanales (el segundo semestre del 2024) y esporádicas (este año).
Su designación fue cuestionada por el expresidente Mauricio Macri, porque a su entender a Adorni le “falta expectativa”, crítica que cayó muy en el despacho presidencial y en la Secretaría General de la Presidencia de la Casa Rosada.
“Adorni será un jefe de Gabinete singular”, resumieron a parlamentario.com en la Casa de Gobierno, ya que la conducción total estará a cargo del equipo de Karina, secundada por Lule Menem, quien ganó mucho poder interno y externo por apostar a alianzas violetas de pura cepa en el comicio del 26-O.
Adorni, quien asumió funciones de vocero presidencial desde el inicio del Gobierno de La Libertad Avanza, en 2023, ganó reputación por ser el vocero multifacético de la motosierra y el brutal ajuste fiscal del primer año, una tarea nada fácil.
La relevancia del cargo y una pelea con el secretario de Prensa, Eduardo Serenellini lo recostaron decididamente sobre el ala y la protección de la secretaria general de la Presidencia, y ahí también se ganó la estima del presidente Milei, e ingresó al círculo áulico palaciego.
Su primera semana no fue la mejor, porque además del ataque de Macri y su endeble defensa de que no fue un candidato testimonial (Adorni supo muchos meses antes que sería jefe de Gabinete), hay algunos ministros que están con la guardia alta porque lo consideran los ojos y oídos furtivos de Karina en el Gabinete y esa función no cayó nada bien entre pares.
Basta observar quiénes no lo felicitaron por su designación o que tampoco hicieron retuit del anuncio del presidente Milei del recambio por Guillermo Francos.
Y por último habrá que ver si Karina hace un armisticio con Santiago Caputo -quien maneja los ministerios de Salud y Justicia, la petrolera estatal YPF, y las estratégicas DGI, Aduana y la SIDE- o lo deja con las manos vacías.