Decidido a avanzar sin el kirchnerismo, el gobernador lanzó una ofensiva para construir un frente nacional de peronismos provinciales y fuerzas afines que enfrente a la “ultraderecha” en 2027. Tras un año de tensiones con Cristina y La Cámpora, apuesta a liderar una nueva alternativa política por fuera del cristinismo.
Una vez pasadas las dos elecciones de este año y la sanción del presupuesto provincial, el gobernador bonaerense Axel Kicillof inició una ofensiva para impulsar una alianza de peronismos provinciales -sin Cristina Fernández de Kirchner- y agrupaciones políticas, sociales y sindicales afines para enfrentar en las presidenciales a la “ultraderecha” que lidera el presidente Javier Milei.
Kicillof ya tomó la decisión, luego de soportar casi un año de aguijoneo constante de la expresidenta, de su hijo Máximo y de coroneles de la agrupación kirchnerista La Cámpora, como Mayra Mendoza.
El mandatario trazó esa línea de acción para 2026 el lunes pasado en un plenario del Movimiento Derecho al Futuro, que creó hace casi un año para pelearle al kirchnerismo el cetro político en la provincia de Buenos Aires.
El gobernador bonaerense tiene su diagnóstico: “El problema (en el peronismo) es nacional, y la respuesta también tiene que ser nacional”, ya que dirigen las miradas y las críticas y sumatoria de errores a Cristina.
“No venimos a repetir la historia, venimos a crear futuro. Nuestra fuerza política tiene una tarea impostergable: dejar de hablarse a sí misma y empezar a hablarle a todos los argentinos”, le dijo el gobernador a su mesa chica, al anunciar el despliegue de fuerzas para armar una opción a la “ultraderecha”.
En sintonía, Kicillof les advirtió que “no alcanza con la provincia de Buenos Aires. No alcanza con el peronismo. No alcanza con resistir u oponerse”, sino que hay que conformar un gran frente sin discriminaciones.
Por eso les dejó claro que el proyecto “no es a lanzar una campaña ni una candidatura”, sino “reforzar la construcción de una alternativa política a esta ultraderecha” que representa el líder de La Libertad Avanza y también el Pro de Mauricio Macri, partidos a los que está convencido enfrentará en 2027.
Para ello, el mandatario sabe que no cuenta con el kirchnerismo y la agrupación La Cámpora liderados por Cristina, con la que entiende que ya no hay un camino en común ni posible reconciliación.
Kicillof no olvida que este año tuvo que agotar al máximo su paciencia para el cierre de listas de Fuerza Patria para las elecciones provinciales de septiembre y las legislativas de octubre, porque la expresidenta -quien cumple prisión domiciliaria condenada por corrupción- torpedeó una y otra vez las listas de candidatos y no cumplió sus promesas.
Incluso, La Cámpora en la Legislatura casi hace caer por tercer año consecutivo el Presupuesto y costó mucho sacar la ley de endeudamiento por su persistente bloqueo al gobernador.
Una muestra del “nuevo Kicillof” fue la reciente visita a su par de Formosa, Gildo Insfrán, actitud que acentuará el año próximo con otras incursiones provinciales, según adelantaron desde el Movimiento Derecho al Futuro a parlamentario.com.
Lo mismo harán algunos de sus ministros, quienes saldrán a tratar de sumar a esa alianza antiderecha, y también algunos intendentes a través de la Federación Argentina de Municipios.
Para parte de su mesa chica y de algunos intendentes, Kicillof tendría que haber enfrentado antes a Cristina y ponerle un límite a los numerosos obstáculos y “trampas” de la dos veces expresidenta, pero dijeron que el mandatario prefirió pasar las elecciones y la sanción del Presupuesto.
El año próximo, las huestes de Kicillof enfrentarán a Cristina y Máximo en el PJ bonaerense, en el que habrá elecciones internas tras una cuestionada titularidad del hijo de la exmandataria.
Será el 15 de marzo, en el primer round de una pelea de largo alcance en la que Cristina buscará retener el deteriorado poder -pero poder al fin- del PJ y Kicillof intentará armar un frente nacional multicolor para enfrentar a la ya anunciada candidatura de Milei.