Justo en el pasaje en que le tocó a la diputada oficialista Cecilia Moreau conducir la primera parte de la sesión, quiso la casualidad que tuviera que darle la palabra a su padre. Y parece que era un momento muy esperado por ella, porque tras hacerlo se recostó en el respaldo de su sillón y deslizó un bien audible “¡Por fin!”, que podía atribuirsele a pesar de que tenía puesto el tapaboca.

En un pasaje del extenso discurso de su padre -a tal punto que varias veces lo llamó al orden sobre el final porque se había acabado el tiempo-, tuvo un contrapunto con su padre: “Si me permite una interrupción, le voy a pedir a la diputada Natalia Villa si nos ponemos el tapaboca”, dijo.

“Y yo le voy a pedir a la presienta que no me interrumpa porque me hace perder el hilo de la exposición”, repuso Moreau padre.

Pero su hija no se quedó callada: “Esta presidencia está cuidando la salud de todos y de todas”, aclaró.

“Bueno, muy bien, muy bien”, dio por concluido el diputado K.