Diputados aprobará este miércoles, con modificaciones el proyecto de ley que regula la actividad de éstas prácticas de estéticas corporales. Volverá al Senado.
Se demorará un tiempo más la regulación de la práctica de tatuajes y piercings porque la Cámara de Diputados aprobará este miércoles 4 de junio con modificaciones el proyecto que tiene media sanción del Senado.
Los diputados miembros de la Comisión de Salud trataron de lograr acuerdos sobre este tema que involucra modas sociales que sin reglamentación pueden ser peligrosas como son los tatuajes y los piercings.
Sin embargo, esto no fue posible en la comisión que preside el santafesino Juan Sylvestre Begnis, donde los legisladores de todos los sectores políticos expresaron varias objeciones al proyecto del Senado.
El mismo Begnis contó que la principal modificación se basa en la protección de identidad de quien se hace un tatuaje, ya que el proyecto estipulaba que habría “un registro de tatuados”.
Entre las criticas, también el diputado Leonardo Gorbacz advirtió que con esta ley se propicia “el mercado negro porque hay artículos que son muy restrictivos”.
Por su parte, la puntana Ivana Bianchi disparó que “ahora hay un mercado negro del tatuaje” y agregó que “se tiene que prohibir el body art”.
En este mismo sentido, la diputada socialista Monica Fein aseguró que “es una ley muy reglamentarista porque se hace inoperante”.
Otra de las objeciones es que se debe obligar a tener una habilitación especial y no una simple habilitación comercial de la Municipalidad. Y también es conflictivo el tratado de los residuos patológicos que obliga el proyecto.
Cabe destacar que la iniciativa aprobada por el Senado busca el resguardo de la salud de las personas que se someten a prácticas de tatuajes y piercings. Esto es, realizar las prácticas bajo el control de autoridades sanitarias, en condiciones de salubridad y en lugares habilitados, donde se efectúen las mismas, respetando las disposiciones sobre asepsia y esterilización del instrumental y material utilizados.
Se establece además, la obligatoriedad de firmar un consentimiento informado a toda persona mayor de 18 años, y en el caso de los menores la práctica no podrá efectuarse sin el previo consentimiento documentado de los padres.
