Acompañada del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y su hijo, el diputado nacional Máximo Kirchner, la presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, participó este miércoles 24 de marzo de la apertura de un Espacio de la Memoria en un ex centro clandestino de detención en Las Flores, provincia de Buenos Aires.

Al cumplirse 45 años del golpe cívico militar de 1976, sostuvo que esa asonada tuvo por objetivo “imponer un modelo económico”, para lo cual “necesitaron de las torturas y las desapariciones”, porque “esto es lo verdaderamente profundo y definitivo que abordar”. Apuntó entonces que lo dramático de la magnitud del genocidio puso el foco internacional en la violación de los derechos humanos, “pero realmente lo que se modificó en la Argentina fue una matriz de producción económica y fundamentalmente un sentido común de los argentinos y las argentinas”.

Sostuvo además que “con las políticas de memoria, verdad y justicia, y también con las políticas de Alfonsín, el juicio a las juntas, se castigaron a los que violaron los derechos humanos”, pero advirtió que “a los que los instigaron, a los que los apoyaron, a los que los empujaron a hacer lo que hicieron… a esos no les pasó nada nunca. Es más, cuando terminó la dictadura militar, terminaron más ricos que cuando había empezado. Porque además, nos dejaron a los argentinos y a las argentinas el regalo de la estatización de la deuda externa”.

“Entre ellos, la familia y el grupo económico de ya sabemos quién”, dijo en clara alusión al grupo Macri. “¿O los argentinos que se quejan del endeudamiento, no saben que tuvieron un presidente que tuvo la suerte su familia de que la deuda multimillonaria que habían contraído durante la dictadura la terminaron estatizando? Qué paradoja: ellos están en contra del Estado, están en contra de las intervenciones. Sin embargo se hicieron bien los otarios cuando la deuda de ellos la tuvimos que pagar todos los argentinos”.

Más adelante Cristina Kirchner habló de “dos extremos” en materia de deuda. Quienes cometieron el golpe “y generaron una deuda externa superior a los 40 mil millones de dólares; y los que los habían instigado, llegaron por primera vez al Gobierno por el voto popular y generaron más deuda aún que la que se había hecho en esa etapa histórica”, afirmó.

La vicepresidenta sostuvo que “no hay mejor homenaje” para los desaparecidos que “ayudar a desentrañar el sentido común que les han instalado a la gente durante tantos años en sus cabezas”.

En otro pasaje la expresidenta dejó clara la voluntad de pagar la deuda, afirmando que su sector “es el único espacio político que nunca endeudó a la Argentina y pagó las deudas de todos los otros gobiernos”.

Reclamó entonces la responsabilidad no solo de los gobernantes, sino también de la oposición respecto de “apoyar al Gobierno en sus negociaciones con el Fondo Monetario Internacional”.

En su mensaje, al referirse a la pandemia, destacó lo que consideró una “paradoja” que “con las únicas vacunas que contamos sean rusas y chinas”. Con todo aclaró que ni ella ni su difunto esposo tuvieron nunca “anteojeras económicas”, señalando que jamás confundieron 2las preferencias personales con los intereses nacionales”.