La legisladora del Frente Liberal Republicano (FLR) analizó la propuesta del Gobierno y remarcó sus aciertos y desaciertos. “Es alentador ver una administración pública que se anime a implementar los váuchers educativos”, aseguró.
Luego de que el Gobierno de Javier Milei lanzara los váuchers educativos para la clase media, la diputada del Frente Liberal Republicano (FLR) Marina Kienast analizó la propuesta y aseguró que, si bien hay desaciertos, “es alentador ver una administración pública que se anime a implementarlos”.
A través de sus redes sociales, la legisladora planteó: “antes que nada, hay que entender que existen diversas formas de aplicar los váuchers y su éxito va a depender de cómo lo hagamos” y remarcó que “es alentador ver una administración pública que se anime a implementar los váuchers educativos. El programa del Gobierno beneficia a estudiantes de escuelas privadas con subvenciones del 75% o más y que no superen los 54 mil pesos de cuota”.
“La medida puede evitar un éxodo masivo de estudiantes desde las escuelas privadas más baratas a escuelas públicas, empujados por la situación económica actual, que el sistema no está preparado para absorber tan repentinamente”, añadió.
No obstante, Kienast advirtió que “si bien también deja mucho que desear, hoy todos los indicadores de calidad educativa en Argentina marcan una clara ventaja en la gestión privada, con lo cual, evitar esa migración ofrece una mejor perspectiva a largo plazo a tener un mejor nivel de capital humano a nivel país” y destacó que “un punto a considerar, podría ser el cuestionamiento de la población seleccionada para brindar el beneficio. En caso de no extenderse a alumnos de escuelas públicas que quisieran adherirse, estaríamos privilegiando arbitrariamente a un grupo de la sociedad sobre otro”.
“Sería recomendable que el gobierno también analice implementar medidas para amortiguar el efecto de las crisis en las poblaciones más vulnerables que asisten a las escuelas más olvidadas”, continuó.
Sobre esa misma línea, la legisladora consideró que “es hora de implementar iniciativas que incorporen el aporte del sector privado, a cambio de exenciones impositivas, lo que significaría una oportunidad de brindar equipamiento tecnológico a las escuelas y capacitación a los docentes con calidad y rapidez”.
“La implementación de este programa es una experiencia valiosa de la cual se puede aprender mucho. Analizar los incentivos que genera, rediseñar políticas y profundizar el modelo para llevarlo a todas partes. Puede ser el comienzo de una nueva era en la educación de nuestro país”, completó.