Karina Milei prepara una cumbre libertaria en Mar del Plata para alinear a casi mil dirigentes y reforzar la estrategia en Buenos Aires, tras el duro revés provincial y con la mira puesta en Axel Kicillof y el Pro territorial.
Empecinada en su política de teñir todos los territorios de pintura violeta, la jefa partidaria de La Libertad Avanza (LLA) y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, reunirá el 30 de noviembre, en Mar del Plata, a casi un millar de dirigentes libertarios con el fin de alinearlos y bajarles línea de cara al recambio legislativo en la provincia de Buenos Aires, ámbito en el que confrontarán nada menos que con el peronista Axel Kicillof.
“El Jefe”, como la llama su hermano, sabe que tiene que abroquelar a la tropa libertaria, que responde mayormente a su alfil, el electo diputado nacional Sebastián Pareja -de pasado peronista, como muchos del espacio-, porque en realidad es consciente del pésimo resultado en la elección provincial del 7 de septiembre, en la que LLA perdió por casi 14 puntos.
Los Milei se asustaron mucho con ese resultado y para la elección nacional modificaron el eje de campaña: de “Kirchnerismo Nunca Más”, pasaron a “La Argentina avanza o retrocede” y eso, más algunos cambios de modales del presidente -menos ofuscado y más educado-, sumado al aporte del Pro por el ascenso del “Colorado” Diego Santilli en la lista oficialista y deserciones en el PJ le dieron a LLA una victoria ajustada pero estruendosa.
Efectivamente, para la elección del 7 de septiembre la jefa partidaria planteó una campaña basada en la inseguridad y la aparente falta de respuestas del gobernador, y por eso llevó como figuras principales al expolicía Maximiliano Bondarenko como primer candidato a diputado en la estratégica Tercera Sección Electoral, y en la Primera al intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela -autor del primer salto garrocha del Pro a LLA-, pero a ambos les fue mal porque perdieron en forma apabullante.
En consecuencia, el PJ ganó en más de cien de los 135 distritos de la provincia de Buenos Aires y el 10 de diciembre tomará control de ambas cámaras de la Legislatura.
Revirtió la historia en la nacional, ya que LLA obtuvo 17 diputados y uno menos la alianza de Kicillof con Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa.
El objetivo de la jornada del 30 de noviembre es uniformar el dogma de la Casa Violeta (exRosada): Karina no quiere que ocurra lo mismo que le sucedió hace dos años cuando el armador karinista Carlos Kikuchi se le dio vuelta y armó un bloque aparte en el Senado, más afín a las filas del gobernador Kicillof.
Además, “el Jefe” ahora va por el Pro territorial, que votó a la alianza Libertad Avanza en ambos comicios de este año, pero que ahora quiere que la dirigencia se subordine a los dictados de la Casa Violeta y no al titular partidario provincial, Cristian Ritondo, que media entre los Milei y el presidente del Pro nacional, Mauricio Macri.
El encuentro lo organiza en Mar del Plata, un territorio Pro, en el que gobierna el intendente Guillermo Montenegro, un firme impulsor de la alianza electoral con La Libertad Avanza este año, junto a Santilli y Ritondo.
El ministro Santilli tiene permiso para construir consensos en las provincias con los gobernadores, pero Karina lo sigue de cerca con Martín Menem, presidente de la Cámara de diputados, y Lule Menem, su segundo en la Secretaría General de la Presidencia.
La premisa es construir y sumar al bloque libertario de ambas cámaras, pero también debilitar al Pro -están rotos todos los puentes con Macri- y al peronismo, que tiene problemas ajenos porque hay algunos que se le empiezan a rebelar a Cristina.
Además, Karina observa con preocupación el avance judicial de la escandalosa causa $LIBRA, en la que aparece mencionada junto al jefe de Estado, y medita cómo resolver el entuerto que tiene con el asesor presidencial principal, Santiago Caputo, con quien también el vínculo está deteriorado.
Caputo, en algún momento pos elección 26-O, iba a ser el ministro del Interior, y por eso Karina le sacó a esa cartera las áreas de Migraciones, Renaper y Ambiente.
Advertido de estos y otros cambios inaceptables, el asesor finalmente no asumió, pero la secretaria general de la Presidencia igual dejó correr el decreto de quita de esas funciones para cuando juró el cargo el amarillo violáceo Santilli, como para que quedara claro que el jefe de la comunicación y propaganda no iba a tener la sumatoria del poder en la Casa Violeta.
Ahora la jefa abrió otro frente, que viene de larga data, con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, quien tiene vuelo propio, pese a que inicialmente el asesor Caputo había querido cercarla y esmerilarla.
Pettovello reporta directamente al presidente Milei y no quiere saber nada con Karina, quien le ordenó al jefe de Gabinete, Manuel Adorni, que la vigile y le pida auditorías, iniciando un ofensiva que traerá otro inesperado recrudecimiento a la interna en la Casa Violeta.