La líder de la Coalición Cívica defendió la redacción del artículo 37, en un encendido discurso que arrancó amenazando con renunciar a su candidatura a diputada nacional.
Arrancó con los tacones de punta Elisa Carrió en una de las intervenciones de este miércoles. Fue luego de venir de un cuarto intermedio, cuando la temperamental legisladora arrancó advirtiendo que “no quiero recibir más la tutela de los señores jovencitos del interbloque de Cambiemos, porque sino voy a tener que dejar de ser candidata a diputada de la Nación”.
“Este es un homenaje a los adultos mayores que somos diputados de la Nación”, agregó trascartón, desatando la risa del propio titular de la Cámara baja, Emilio Monzó.
Luego sostuvo que el meollo de la cuestión pasaba por ver “cómo recuperamos lo robado”. Para eso hay dos acciones posibles, dijo: “O porque el juez confisque, o porque se declare la nulidad absoluta e insanable de un contrato, de una licitación, por sobreprecios, o que venga la acción de lesividad del Estado. En contratos, por ejemplo, quieren soterramiento, vamos a poner soterramiento, pero vamos a poner también el tema de energía en el Tigre, con Paraná, el caso de AYSA… Y los gasoductos, no se olviden de los gasoductos. Y no se olviden de (Roberto) Baratta, muchachos, que es un encanto, que vació YPF, Repsol, junto con (Antonio) Brufau, junto con De Vido, junto con Cristina, y junto con los Eskenazi…”.
Luego insistió en que “para recuperar lo robado es necesario esto”, en referencia al artículo 37 del proyecto. Y recordó haber propuesto en su momento a Carlos Balbín para el cargo de procurador del Tesoro de la Nación, y recordó también “el dictamen es negativo de Balbín, y yo reivindico ese dictamen”. Y disparó: “¿En qué gobierno de ustedes hubo un dictamen negativo a la señora presidente, si los procuradores eran cómplices?”.
Carrió sostuvo que “los jueces se han negado durante 20 años a citar a las personas”, y puso como ejemplo que en 2008 ella denunció por asociación ilícita a Néstor Kirchner, Julio De Vido, Cristóbal López, José López y Lázaro Báez. “Entonces pedimos la declaración testimonial de dos funcionarios de la AFIP para que hablen de todo”, contó, para señalar luego: “¿Saben cuándo el juez Ercolini citó a estos dos funcionarios de la AFIP? Hace un año, después que (Alberto) Abad retomó la dirección de la AFIP, ese día los viejos funcionarios de la AFIP pudieron declarar. ¿Y saben por qué los jueces no los citaban? Porque en diciembre de 2008, los abogados de Néstor Kirchner acordaron que la única forma de salvar a Báez y a Néstor Kirchner era la ley de blanqueo. En diciembre de 2008 salió la ley de blanqueo; en consecuencia, si jueces federales cómplices absolutos del robo a la Nación no quieren actuar, pueden actuar las autoridades administrativas, más si se acepta con intervención del fiscal”.
