La amenaza de un triunfo peronista en Buenos Aires llevó al Gobierno a intervenir en el mercado cambiario, pese a sus promesas. Milei ordenó frenar la escalada del dólar ante el fantasma de Axel Kicillof y el riesgo de una nueva devaluación.
El presidente Javier Milei se mordió la lengua y le puso freno a su inextricable decisión de no intervenir en el mercado cambiario, en abril pasado tras el SOS del Fondo Monetario Internacional (FMI) y anunció este martes que no dejará que pase la barrera de los 1.400 pesos, como parecía iba a ocurrir en el mercado con el posible y tan temido triunfo del peronista Axel Kicillof.
Los sucesivos incrementos de la moneda estadounidense en los últimos días encendieron todas las alertas en el Banco Central, el Ministerio de Economía y la Casa Rosada y, vistos la mayoría de los sondeos creíbles que adelantan una probable victoria del gobernador bonaerense el domingo, decidieron dejar de lado la promesa cambiaría y ordenar al Tesoro intervenir con precisión quirúrgica para terminar con la volatilidad electoral.
Es que ven que un triunfo de Kicillof en la provincia de Buenos Aires, el principal distrito electoral con casi el 40% de los votantes, podría poner en jaque el modelo económico, apoyado por el establishment nacional e internacional y el Fondo Monetario Internacional.
Esos sectores económicos y financieros son refractarios a un regreso del peronismo al poder y, si bien las elecciones presidenciales son en 2027, consideran que Kicillof, de ganar, quedaría en las gateras para disputarle palmo a palmo la reelección a Milei.
Lo cierto que todo es alquimia política, pero el abanico de traspiés que viene cosechando la gestión libertaria no da para que gane Kicillof y el dólar vuele por los aires y abra la puerta a una nueva y quizás catastrófica devaluación.
Pablo Quirno, secretario de Finanzas, lamentó en la red social X: “El Tesoro Nacional anuncia que a partir del día de la fecha participará en el mercado libre de cambios con el fin de contribuir a su liquidez y normal funcionamiento”.
“A partir de mañana -anunció- nos toca enfrentar el que probablemente sea el desafío más grande de nuestra generación. Vamos a dejar todo en la cancha por nuestro querido país, por nuestros hijos y nietos, con el apoyo de todos, mirando para adelante. ¡Vamos Argentina!", lanzó.
La medida intenta terminar con la volatilidad cambiaria y de tasas en pesos y es un abandono temporal del esquema de bandas de flotación acordado con FMI ya que, en ese marco, el Gobierno no podía vender dólares hasta que la divisa tocara el techo de la banda, hoy alrededor de los 1.470 pesos por dólar.