Tras haber pedido en reiteradas oportunidades que se declare la emergencia habitacional en la Ciudad de Buenos Aires, los legisladores porteños del Frente de Todos (FdT) se encuentra elaborando un proyecto de ley en conjunto con la asociación “Inquilinos agrupados”, a través del cual buscarán establecer una serie de “tributos especiales” para las viviendas ociosas.

Es que de acuerdo a un relevamiento que el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) dio a conocer en agosto del año pasado, en el distrito capitalino hay 138.328 viviendas ociosas, lo que equivale al 9,2% de los inmuebles porteños. Siendo las comunas  1, 2, 13 y 14 las que presentan un mayor índice de viviendas desocupadas.

En ese sentido, una fuente cercana al bloque que agrupa al peronismo le explicó a parlamentario.com que aún están “evaluando un proyecto de vivienda ociosa y de inquilinos, en el que cobremos tributos especiales para desalentar que las viviendas estén vacías. De acuerdo a las estimaciones que estamos haciendo, creemos que se podrían recaudar 900 millones de pesos” e insistió en que es necesario pensar en medidas “que ayuden a la clase media. La Ciudad no está haciendo nada en ese sentido y eso significa un desafío para nosotros”.

Si bien aún no hay muchas precisiones al respecto de cómo sería la medida, desde ese espacio indicaron que se podría aplicar un impuesto del 30%, aunque no se definió de qué manera se hará ya que pretenden que exista una diferenciación entre aquellos propietarios que cuenten con múltiples viviendas ociosas y aquel que sólo tenga una.

Cabe destacar que esta no es la primera vez que se busca impulsar en la Legislatura porteña una iniciativa de este estilo. Tan es así que el vicepresidente tercero de la Legislatura porteña y diputado del PS, Roy Cortina, pidió en 2018 crear un impuesto a la vivienda ociosa en el que se le cobrará al propietario el 50% del importe anual a abonar en concepto de Impuesto Inmobiliario y Tasa Retributiva de los Servicios de Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) sobre el inmueble correspondiente.

Asimismo el monto del impuesto se incrementará progresivamente en un 100% cada dos años transcurridos sin que se modifique la situación de ociosidad. Por otra parte, la propuesta buscaba incentivar los alquileres dentro del distrito capitalino. Es por ello que a través del Banco de la Ciudad de Buenos Aires se establecía una línea de subsidios y créditos blandos destinados a financiar la realización de obras de remodelación y refacción inmuebles deshabitados, cuyos titulares acepten incorporarlos al mercado formal de alquileres; finalizadas las obras, el inmueble pasaría a integrar por un plazo de tres años, el programa de alquiler social que la misma implementaría a efectos de favorecer el ingreso a ese mercado de sectores sociales tradicionalmente excluidos.

Además, los titulares de viviendas que, al margen de cualquier beneficio de la autoridad de aplicación, decidan incorporar su inmueble al programa de alquiler social, se les reconocería un descuento del 20% en el ABL.

Por otro lado, el ex legislador porteño y actual jefe del bloque de la Coalición Cívica de la Cámara de Diputados nacionales, Maximiliano Ferraro, había impulsado una iniciativa en ese mismo sentido.