En su visita al Senado, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, protagonizó varios cruces con la oposición por el tema vacunas, pero en el caso del senador Pablo Blanco (UCR-Tierra de Fuego) fue más allá. “Parece ligero para hacerle los mandados a Clarín”, lo vapuleó.

Al momento de responder las consultas de Blanco, quien por escrito le envió más de 150 preguntas, el funcionario dijo que intuía que “el senador debe haber leído la ley de vacunas, porque se trató aquí el año pasado. Y debe haber leído allí también que todas las provincias y la Ciudad de Buenos Aires podían adquirir vacunas”.

“Probablemente la vacuna que tenga el senador Blanco también la compró este Gobierno nacional”, le enrostró y agregó que “si la estrategia del senador era solo depender del fondo COVAX, le digo que hoy estaríamos en un problema muchísimo mayor, no existirían esas vacunas que el senador habla con toda seguridad. Parece ligero hacerle los mandados a Clarín”. “El senador más que preguntar se habló encima”, lanzó.

Más tarde, al momento de los cierres, el jefe del interbloque Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff le preguntó si “el Poder Ejecutivo sacó un decreto por el que los funcionarios se habían vacunado”. “¿Usted se vacunó?”, lo cruzó, a lo que el ministro coordinador respondió que no, pero que sí los funcionarios estaban habilitados a hacerlo.

Entonces, el senador formoseño lo criticó: “Acusar al senador Blanco de que seguramente se vacunó con la vacuna que le suministra el Gobierno nacional, yo creo que cuanto menos es irrespetuoso”.

“Creo que el senador se debe unas disculpas, lo cortés no quita lo valiente. Las vacunas no son propiedad del presidente, son propiedad del Estado. El senador Blanco espero su turno, no buscó un atajo“, completó.

Mediante un comunicado, Blanco manifestó que “tenía muchas expectativas sobre las respuestas que iba a dar Cafiero en el Senado, independientemente de que no contestó ninguna pregunta puntual: régimen industrial en Tierra del Fuego, situación de Aerolíneas Argentinas, la designación de Rafecas como procurador, entre otras”.

Y sobre las palabras del funcionario en su contra, el radical remarcó que “fue una falta de respeto no solamente a mi persona -que me trató de empleado de Clarín-, sino también a la institución del Senado”. “No contestó ninguna pregunta, hizo un discurso fuera de contexto, habla de diálogo, pero actúa como un barrabrava y soberbio”, agregó.

Otra que le pegó fue la riojana Clara Vega, quien en su discurso de cierre, en nombre del interbloque Parlamentario Federal, le reclamó a Cafiero que “se baje de troll, tuitero, contestador serial y, en el ocaso de su gestión, sea más humilde y pueda reconocer los errores”.

“Cuando respondió el señor jefe de Gabinete no ha sido muy certero”, lamentó la opositora, que señaló que “invisibilizar y ningunear como lo hizo el jefe de Gabinete en este informe también es violencia”. Fue en alusión a que, en el tramo de respuestas, Cafiero al referirse a las consultas de Vega expresó: “No hizo ninguna pregunta muy concreta”.