Un presidente que no cierra los temas y se mete donde no le piden

Propios y extraños -pero sobre todo los primeros- se sorprenden por lo mucho que le ha costado al Presidente dar por cerrado el episodio del festejo de cumpleaños en Olivos. Y aun más, la afección presidencial por encaramarse en polémicas donde lo más recomendable sería evitarlas. Especialmente en campaña.