Los jefes de bloques mantuvieron reuniones con las autoridades oficialistas para conseguir garantías para “una sesión institucional” y con “un texto distinto” al que presentó el Frente de Todos.
Si bien desde prácticamente todos los sectores de Juntos por el Cambio se repudió el atentado perpetrado el jueves por la noche contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, no está todavía asegurada la participación de la principal oposición en la sesión de este sábado.
El oficialismo convocó para las 12 a una sesión especial con el fin de votar un proyecto de resolución para “condenar y repudiar” el intento de magnicidio a la vicepresidenta de la Nación. Sin embargo Juntos por el Cambio quiere obtener “garantías” para asistir a la misma, según pudo saber parlamentario.com.
Este viernes por la tarde los jefes de bloques de Juntos por el Cambio mantuvieron una reunión vía Zoom, al cabo de la cual quedó claras las exigencias que presentaría ese espacio al oficialismo para participar de la sesión. Y quedaron en hablar con la presidenta de la Cámara, Cecilia Moreau, y el titular del bloque oficialista, Germán Martínez, para destrabar la situación.
¿Qué es lo que piden? “Una sesión totalmente acotada, sensata, serena, institucional, con un texto distinto al que presentó Cecilia y que no haya militantes en las gradas, ni afuera del recinto, ni del Congreso”, detalló una fuente consultada por este medio, que aclaró que si el oficialismo cumplía con esas exigencias la bancada opositora “entraría, daría quórum y votaría”. Caso contrario, “no se ingresa”.
En los contactos que hubo durante la tarde, desde el oficialismo habrían dado garantías de “una sesión tranquila”, ante lo cual se realizó una nueva reunión de los jefes parlamentarios de Juntos por el Cambio por la noche.
Sin embargo, según pudo saber parlamentario.com, las dudas no habían sido del todo desconfianza. “Sigue habiendo mucha desconfianza en Juntos por el Cambio”, expresó a este medio una fuente.
El texto del proyecto de resolución presentado no les convence: la última parte del texto elaborado por Cecilia Moreau les hace ruido: “Instamos a toda la dirigencia política, sindical, empresarial y a la sociedad a condenar el atentado perpetrado y a la responsabilidad y compromiso de erradicar la violencia política y los discursos de odio en nuestro país”.
Pero menos los convencen los fundamentos, donde se expresa que “si bien hace tiempo venimos advirtiendo esta escalada de odio, en las últimas horas se ha llegado a extremos inusitados con el intento de asesinato de la vicepresidenta de la Nación, y debe ser un punto de inflexión que nos lleva a establecer de manera unánime el dialogo como herramienta única para dirimir las diferencias. La responsabilidad colectiva nos debe llamar a apaciguar y serenar”.
“Las incitaciones al odio son incompatibles con la democracia y la paz social. Cuando el odio y la violencia se imponen sobre el dialogo y el debate de ideas, las sociedades se destruyen”, agrega el texto que reclaman sea modificado.
Amén de la disposición que puedan mostrar los interlocutores oficialistas, la desconfianza opositora se basa en los hechos: la foto de Alberto Fernández sin invitados de la oposición este viernes por la tarde en la Casa Rosada, y el discurso de Plaza de Mayo que dice “unidad pero no a cualquier precio” los hace desconfiar del Frente de Todos.
Con todo, seguirán conversando hasta la mañana, con la intención de llegar a la reunión de Labor Parlamentaria, prevista para las 11, con el consenso necesario para luego asistir a la sesión.
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